Para los fans del hip hop esta historia es sagrada

C. Barbería REDACCIÓN

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Se cumplen 44 años del nacimiento de este género musical. Todo surgió en una fiesta juvenil en el deprimido barrio del Bronx

11 ago 2017 . Actualizado a las 11:30 h.

El mundo bailaba aún al ritmo de la música disco cuando en Nueva York comenzaba a bullir algo nuevo: el hip hop. Un estilo musical hoy omnipresente, pero del muchos han olvidado sus orígenes. 

Todo comenzó un 11 de agosto de 1973 en un edificio de ladrillos rojos de 18 pisos y ventanas enrejadas situado en la zona suroccidental del Bronx. Los neyorkinos llaman a este tipo de edificios viviendas sociales. Hay centenares de ellas en la ciudad y en el barrio están especialmente venidas a menos. Pero el 1520 de la Sedgwick Avenue no es un edificio cualquiera. Porque justo aquí nació hace 44 años un estilo musical que ha dado al mundo innumerables hits y artistas de la talla de Jay-Z, Kanye West, Eminem o P. Diddy: el hip hop.

Ese día la joven Cindy Campbell decidió invitar a mucha gente del barrio a una fiesta con la que se anunciaba la vuelta la escuela. La entrada costaba 25 centavos para las chicas y 50 para los chicos y la invitación se hizo a mano en unas tarjetas como las que se utilizaban en el colegio y de las que aún se guardan copias. La fiesta tendría lugar en la zona común de este edificio donde vivía la joven. Todos querían ver a su hermano mayor, Clive, de 18 años, que ya con una gran colección de discos era conocido como Dj Kool Herc.

Lo que iba a ser una fiesta sencilla se convirtió en toda en una revolución. Para los fans del hip hop, la historia es sagrada. DJ Kool Herc hizo que en lugar de las canciones al completo solo sonara la parte instrumental, para que la gente bailara más. Creó el sonido break («romper» la selección rítmica) haciendo girar los dos discos de la mesa de mezclas que manipulaba. Un amigo (Coke La Rock) agarró entonces un micrófono y comenzó a rapear, aunque en aquel entonces ni siquiera existía esa palabra. Había nacido el hip hop

La gente empezó a bailar sin parar estas canciones. De ahí el nombre de breakdance.

Por la importancia y relevancia de ese día y para recordar cómo se merece a los pioneros del género, Google ha decidido celebrar su 44 aniversario con un espectacular doodle interactivo, que hace un recorrido interactivo por la historia de este tipo de música y por su impacto en todos los ámbitos. Un grafiti -derivación plástica de esta subcultura-, del artista Cey Adams, en el que las «oes» del nombre del buscador se convierten en dos platos de música con los que los usuarios pueden aprender a hacer sus propios «mixes» y «beats».

El protagonista y «tutor» del doodle conmemorativo es, Fab 5 Freddy, rapero, artista visual, cineasta y pionero también de este movimiento. Así, Fab 5 Freddy ejerce de maestro de ceremonias explicando la historia de la corriente, dando paso después a un «tutorial» en el que se pueden «pinchar» los discos con una base musical.

El juego se divide en diez «objetivos» y, al ir desbloqueándolos una vez se vayan superando, se desvela a un personaje emblemático del hip hop como Grand Wizzard Theodore, el «mago del scratch».

Google también repasa en su homenaje álbumes emblemáticos del género, como Between the Sheets, de Isley Brothers; Suzie Thundertussy, de Junie Morrison o Darkest Light, de The Lafayette Afro Rock Band.

«No había vuelta atrás»

«No había vuelta atrás», afirmó hace cuatro años, cuando se celebró el 40 aniversario del día, DJ Kool Herc, recordando el entusiasmo de los asistentes a la original fiesta.

Pronto abrieron clubes en los que sonaba este tipo de música, se grabaron discos, el número de fans creció y el hip hop encumbró las listas de éxitos mundiales. Incluso llegó al más elitista de todos los círculos: la reputada Universidad de Harvard, en la costa este, con un archivo especial, donde se conceden becas que llevan el nombre del rapero Nas.

Músicos y bandas como Grandmaster Flash, Public Enemy, Kurtis Blow, Sugarhill Gang y más tarde Wu-Tang Clan, Tupac Shakur, Notorious B.I.G. o Wyclef Jean, entre otros, fueron algunos de los grandes del género. Pero DJ Kool Herc no corrió la misma suerte.

Pocos años después de haberse hecho famoso en esa fiesta de 1973, este joven de origen jamaicano quedó gravemente herido de una pelea. Cada vez conseguía menos contratos como DJ y terminó cayendo en las drogas. Su gran lucha en los últimos años fue preservar la «casa natal» del hip hop. «Forma parte del sueño americano y queremos protegerlo», defiende su creador.

Kool Herc logró atraer a su causa a influyentes políticos neoyorkinos y que el edificio, que alberga a unas 100 viviendas, fuera vendido a un inversor que se ocupa mejor de su mantenimiento. 

El Bronx busca desde hace años capitalizar la herencia del movimiento. El ayuntamiento recuperó varios lugares emblemáticos, como el Cedar Playground, un espacio de juegos infantiles donde tuvieron lugar las primeras noches de hip hop al aire libre, y el Bronx River Community Center, el centro comunitario donde el pionero DJ Afrika Bambaataa hizo su debut en los años ochenta.

«The Get Down»

Hace un año, el director Baz Luhrmann también quiso echar la vista atrás y recordar los orígenes de este movimiento en The Get Down, una ambiciosa serie que, sin embargo, se ha convertido en la primera de Netflix cancelada con una temporada. Su título hace mención a uno de los primeros nombres con el que fue bautizado ese movimiento. A través de sus doce capítulos el espectador se puede trasladar a esa Nueva York de finales de los años 70 al borde de la bancarrota.  

Uno de los protagonistas es otro de los pioneros del género, Joseph Saddler, más conocido como Grandmaster Flash, quien aún hace poco declaraba: «El hip hop hoy en día es como un pastel que les gusta comer a todos, pero nadie pregunta por los ingredientes, nadie quiere hablar con el pastelero. Y yo sé todo sobre los ingredientes».

Mucho más que música

 El jefe global de música de YouTube, Lyor Cohen, que participó en el doodle, recuerda en su blog la importancia de esta «revolución cultural». «Todo comenzó en el NYC Bronx, más conocido como el Boogie Down Bronx. Después de la precipitación de la construcción de la Autopista Cruz Bronx en 1972, que demolió parte del barrio, los tiempos eran especialmente difíciles. Los jóvenes necesitaban una salida: un sonido unificador, un latido, una voz para llamar a los suyos. Los DJ y MC del Bronx se pusieron a la tarea y la ciudad los amó por ello».

«El hip hop ha hecho exactamente lo que sus fundadores se propusieron hacer, con o sin darse cuenta. Colocaron una cultura accesible, apta para cualquier grupo marginado del mundo, a la vanguardia de la música», insiste Cohen. 

El hip-hop hoy en día no es, como suele pensarse, solo música, sino que con él se edifica un sistema alternativo dueño de su propio baile -el breakdance-, su propio arte -el grafiti-, su propio sonido -el beatbox- y su símbolo infalible para ser reconocido por cualquiera: el rap.

«El hip-hop es una actitud que tiene que ver con la calle, que tiene que ver con el barrio, que tiene que ver con un sonido, con una manera no voy a decir de entender la vida, pero casi», explica Frank-T, cantante y productor desde la llegada del hip hop a nuestro país. Este universo aterrizó en España en el año 1985.