Jon Nieve en Rocadragón, Cersei se venga y enseña su as bajo la manga
31 jul 2017 . Actualizado a las 21:25 h.En el tercer episodio de la séptima temporada, que no ha dejado indiferente a nadie, Juego de Tronos ha vuelto cargado con muertes. A la espera de grandes batallas se va gestando la contienda, con cada uno de los líderes haciendo sus estrategias y asociándose con nuevos aliados (la banca y los Tarly), o perdiéndolos (los Greyjoy, los Martell y los Tyrell). Parece que la Canción de hielo y fuego va tomando forma, así lo sentencia Melisandre, la «Mujer Roja», en una de las frases clave del episodio: «He juntado el hielo y el fuego».
Jon Nieve y Ser Davos llegan en una pequeña embarcación a Rocadragón, Missandei y Tyrion los reciben y los conducen hacia el castillo. Entre tanto, Varys y Melisandre conversan. Ella le dice que se marcha a Volantis, que regresará a Poniente una última vez y que ambos están abocados a morir en tierra extranjera.
De camino al encuentro con Daenerys, Jon y Davos se quedan profundamente sorprendidos al ver a los dragones. Sentada en el trono de Rocadragón, la Targaryen pretende que Jon se arrodille ante ella, pero este se niega y ambos enfrentan posiciones. Una solo piensa en el Trono de Hierro y desconoce el avance de los Caminantes Blancos y el otro insiste en que él no es su enemigo y le dice que «los muertos son el enemigo».
Varys interrumpe la audiencia para dar malas noticias a Daenerys: el ataque de Euron Greyjoy a los barcos que iban camino de Dorne con Yara, Ellaria y las Serpientes de Arena.
Tyrion media entre los egos de Jon y de Daenerys, que ante la posibilidad de tener un aliado en el norte le permite extraer vidriagón de Rocadragón, pero no termina de creerse lo de los muertos y sigue con su objetivo totalmente centrado en Cersei.
Los Inmaculados toman la fortaleza de Roca Casterly, pero para su sorpresa el grueso de las tropas de los Lannister, lideradas por Jaime junto con Bronn y Lord Tarly, había abandonado el lugar rumbo a tomar Altojardín. La Flota de Hierro de Euron aparece por la costa y arrasa los barcos en los que habían llegado los soldados de Daenerys, que ahora deberán moverse por tierra. Cersei sigue dando en el blanco, su fuerza aumenta y Tyrion lleva dos grandes reveses como estratega que le han hecho perder muchos hombres, barcos y tiempo.
La multitud aplaude en las calles de Desembarco del Rey, Euron desfila con su botín y «regalo» para Cersei, que lo recibe sentada en el trono de hierro. Otra escena del episodio muestra a a varios hombres de uno de los barcos que sobrevivieron a la emboscada del rey de las Islas del Hierro recogiendo a Theon Greyjoy del agua y mofándose de él.
Cersei visita en la mazmorra a Ellaria y a Tyene Arena. La reina le cuenta lo que sintió como madre cuando supo de la muerte de su hija Myrcella y, para hacerle entender el dolor, besa en la boca a Tyene con el mismo veneno con el que pereció Myrcella y a continuación se limpia los labios e ingiere un antídoto. Ellaria verá morir a su hija delante de sus propios ojos y sin poder hacer nada. A Olenna Tyrell también le llegó su hora, eso sí, dejó un final a la altura de su personaje.
Arya, otro de los personajes que ha ido adquiriendo más y más protagonismo, no contó con ningún segundo en pantalla en este episodio de Juego de Tronos. Le tocó el turno a su hermano Bran, que por fin llegó a la casa de los Stark en Invernalia, donde Sansa empieza a preocuparse de que el castillo esté bien pertrechado de cara al invierno. Bran le explica que es el Cuervo de tres ojos, que puede verlo todo y que sabe lo que ha pasado en todo el tiempo en el que no ha estado. También le confiesa que tiene que hablar con Jon y que tiene algo que contarle.
La cura de Sam surte efecto en Jorah Mormont, finalmente poner en peligro su estancia en la Ciudadela de Antigua ha merecido la pena y el joven tiene el apoyo del archimaestre Marwyn para continuar en el centro de saber donde estudian los eruditos de Poniente. Mormont anuncia que regresará junto a su amada Daenerys.
El próximo episodio, «Botines de Guerra»
Botines de Guerra (The Spoils of War) será el nombre del cuarto episodio de esta séptima temporada de Juego de Tronos que podremos ver durante la madrugada del 6 al 7 de agosto.
La hipótesis más extendida aventura que en este episodio tendrá lugar el primer enfrentamiento entre los Dothraki y los Lannister, batalla en la que Khaleesi haría acto de presencia a lomos de Drogon.