Hedy Lamarr, la pionera del cine erótico que inventó el wifi

La Voz

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Catalogada como «la mujer más bella de la historia del cine», rechazó ser protagonista en «Casablanca» para abrir un abánico infinito en el mundo tecnológico

19 ene 2020 . Actualizado a las 21:02 h.

La belleza de Hedy Lamarr (9 de noviembre del 1914-19 de enero del 2000) apabullaba y su vida bien podría ser el argumento de una buena película. Una vida de cine y no solo por la parte cinematográfica. Era una mujer que, además de revolucionar el séptimo arte con su desnudo y su orgasmo, tenía una prodigiosa cabeza que le permitió desarrrollar la teoría del espectro ensanchado, el precursor del wifi.

Como cada buena historia, nada hacía sospechar que Hedwing Eva Maria Kiesler, actriz de Hollywood, judía y vienesa, acabaría siendo la primera mujer en protagonizar un desnudo en la historia del cine y también la primera en interpretar el primer orgasmo del séptimo arte. Durante años, a Hedy Lamarr se ka conoció únicamente como «la mujer más bella de la historia del cine». En 1933, Éxtasis, la lanzaría a la fama. Con tan solo 16 años, protagonizó la película bajo la dirección de Gustav Machaty. Fue él, el que le prometió que las cámaras la filmarían desde lo alto de una colina, y la engañó. El director obvió contarle el truco del teleobjetivo, que recreó el primer desnudo de la historia del cine.

La cinta protagonizada porLamarr fue una de las primeras en hablar de una infidelidad cometida por una mujer. Causó un gran revuelo en su época y fue condenada por las Ligas de la decencia y por el papa Pío XI. Y es que lo que más escandalizó fue que apareciese su rostro durante el orgasmo

El polémico filme provocó que el rico empresario, Friedrich Mandl, se obsesionase con Hedy Lamarr. Proveedor de municiones y aviones de combate a sus amigos Hitler y Mussolini, obligó a sus padres a darla en matrimonio e intentó -sin éxito- destruir todas las copias de la película. Fue el primer marido de los seis que tendría a lo largo de su vida. Su relación con él podría tildarse de carcelaria. La encerró en su mansión dejándola salir solo con él en cenas y viajes de negocio. Su vida artística quedó anulada pero aprovechó para desarrollar sus estudios de ingeniería después de que, sus maestros la considerasen desde bien pequeña, una superdotada.

Además de continuar con sus estudios, Lamarr aprovechó el cautiverio para obtener informaciones sobre la tecnología armamentística de la época de los clientes y proveedores de su marido y elaborar su plan de fuga. 

Con ayuda de su asistenta, con la que mantenía una relación sentimental, la considerada «mujer más bella del mundo» escapó por la ventana de un restaurante donde la esperaba un coche para huir a París. Perseguida por el personal de su marido, logró su objetivo y de ahí llegó a Londres. Para conseguir dinero, vendió sus joyas y, casualidades de la vida, allí conoció a uno de los empresarios más reconocidos de Hollywood, con el que embarcó a Estados Unidos.

A partir de ahí, pasó a llamarse Hedy Lamarr y llegó a compartir películas con Clark Gable, Lana Turner o Jimmy Stewart. De aquella época Sansón y Dalila fue su película más reconocida y de la que destaca su célebre frase: «Cualquier chica puede ser glamourosa. Lo único que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida». 

Precursora del GPS y el Wifi

Pero más allá de su carrera cinematográfica, Lamarr pasó a la historia por su carrera de ingeniería. Desarrolló un sistema que el mundo tecnológico actual le agradece. Junto al compositor George Antheil con el que desarrolló un sistema de detección de torpedos teledirigidos inspirado en un principio musical.

La gran aportación de Hedy Lamarr a la humanidad no estaba relacionada con su increíble belleza sino con su capacidad para concebir la teoría del espectro ensanchado, lo que hoy en día podría entenderse como precursor del wifi.

Mientras exprimía el éxito de Sansón y Dalila,  también desarrollaba el genio de una ingeniera de telecomunicaciones única. La primera vez que Estados Unidos empleó su patente fue en la crisis de los misiles de Cuba, y no fue hasta la década de 1980, cuando el sistema vio sus primeras aportaciones en ingeniería civil.

La idea de Hedy Lamarr, mantenida en secreto por el ejército americano, acabó convirtiéndose en la precursora de la tecnología que se utiliza hoy en día en las comunicaciones inalámbricas de los teléfonos móviles, los sistemas GPS y la tecnología wifi.

Su labor como inventora no fue reconocida hasta después de su muerte, en el año 2000. Desde el año 2005, el día del cumpleaños de Hedy Lamarr, el 9 de noviembre, está señalado como el Día del Inventor en los países de habla germana (Austria, Suiza y Alemania) y en el 2014 fue incorporada al Inventors Hall of Fame de EE.UU.