Hay lugares en las que los semáforos colocados en grandes instersecciones cuentan incluso con una cuarta luz, blanca o en tonos azules, que se sitúa encima de todo y se enciende sobre la señal en cuestión que está en rojo. Vengas de donde vengas, puedes saber qué semáforos están cerrados y cuáles tienen abierto el paso. En determinados lugares, además, tienen el detalle de acordarse de los daltónicos, identificando cada color con una forma -rojo en un cuadrado, amarillo en un rombo y verde en un círculo- y en la ciudad islandesa de Akureyi las circunferencias son sustituidas por peculiares siluetas de corazón.