Halloween bebe también de la posterior cristianización y adaptación de esta tradición. Con los años pasó a convertirse en un día de conmemoración a los difuntos, desprendiéndose de la cara más secular y esotérica del asunto. Curiosamente, esta fiesta, que tiene la muerte como eje principal, coincide con otra importante celebración del mundo prehispánico, la del día de los muertos, que tiene lugar el 1 y 2 de noviembre. Entendida también como una jornada lúdica, la fiesta mexicana de los muertos dista mucho de este Halloween, con el que, desde hace años, se ve obligada a convivir, tanto por su cercanía geográfica como por su creciente popularidad. España también ha sido testigo de como Halloween se ha ido implantando cada vez más como fiesta popular, arraigándose en la población más joven y globalizada. Paralelamente y aprovechando la oportunidad, Galicia ha ido recuperando estos últimos años su particular tradición y hoy toda la comunidad celebra cada 31 de octubre su singular Halloween vestido de Samaín.
La calabaza, uno de los elementos comunes de la celebración original y sus posteriores reinterpretaciones, es una de las claves del Halloween de Google. Una de las leyendas más extendidas, precisamente, es la de Jack el Linterna -o Jack O´lantern, en inglés-, un granjero que engañó al diablo para no ir al infierno, pero al que se le negó también el acceso al cielo y, desde entonces, fue condenado a vagar por la tierra con una calabaza iluminada en la mano -o por cabeza, como el espantapájaros del doodle- el día de Halloween.