Nuevas dosis de talento gallego en «La Voz»

La Voz REDACCIÓN

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Las últimas audiciones a ciegas del concurso de talentos musicales de Telecino evaluaron, entre otras, las voces de una compostelana, que consiguió pasar la criba, y de una coruñesa, que se quedó en el camino

23 oct 2013 . Actualizado a las 17:45 h.

La Voz dió por concluida esta semana la primera fase de su segunda edición. Durante las conocidas como audiciones a ciegas, los cocaches del concurso -Bisbal, Rosario, Malú y Orozco- deben escuchar de espaldas a cada uno de los aspirantes durante un minuto y medio y seleccionar a aquellos que más les gustan para sus equipos. Después de pelearse por llevarse a las mejores voces, los cuatro entrenadores ya tienen cerrados sus grupos. Empiezan ahora las batallas, en las que, al menos, competirá una gallega. Porque, al igual que sucedió el año pasado con Hugo Torreiro y Yhadira, el talento de esta esquina del mapa también ha querido probar suerte esta vez en este trampolín mediático.

Dos voces gallegas, una compostelana y otra coruñesa, se colaron este lunes en la recta final de las audiones de La Voz. Una tuvo suerte y a la otra le fallaron los nervios. Sandra Calderón, procedente de A Coruña, del barrio de Monte Alto, no consiguió convencer al jurado y fue eliminada a las puertas de la verdadera competición. Le tocó salir a cantar en el último programa y en el penúltimo puesto, por lo que ya tres coaches -Malú, la pequeña de los Flores y la nueva incorporación de este año, Antonio Orozco- tenían completos sus equipos. Su voz debía encandilar a Dabid Bisbal. Pero el de Almería no se giró. Sandra no le convenció. La coruñesa, de 29 años, eligió el tema Hoy de India Martínez, pero a mitad de la actuación su mente se quedó en blanco y se olvió de la letra. «Hay que seguir adelante», reflexiona ahora.

La Voz no es el primer lugar donde Sandra Calderón prueba suerte frente a los focos de televisión. Ya lo había intentado en el programa El Número 1 de Antena 3, pero tampoco entonces le salió bien. A pesar de vivir a kilómetros de tierras flamencas, la de Monte Alto siente una especial debilidad por este tipo de música. Con 5 y 6 años ya escuchaba a Camarón y su amistad con algún gitano de A Coruña -su pareja sentimental también es gitano- le sumergió de lleno en esta cultura, hasta el punto de que a día de hoy Sandra lidera un conjunto flamenco.

Mejor parada salió la compostelana Nora Jiménez Candanedo. Conocida artísticamente como Norykko, la joven se metió al jurado de La Voz en el bolsillo desde primer segundo. Los primeros acordes de Mercy on me, de Christina Aguilera, fueron suficientes para que los pulsadores de Malú, Bisbal y Rosario se encendiesen. Esta última fue la primera en pujar: «Qué bien cantas, qué fuerza tienes, yo me he vuelto porque me has llenado, me ha llenado tu voz, disfrutaría muchísimo teniéndote en mi equipo, así que vente conmigo». Bisbal, por su parte, alabó sus giros «preciosos y precisos», prometiéndole un trabajo espectacular si se unía a sus filas. Pero fue Malú quien consiguió convencer a la gallega: «Tienes un chorrazo de voz, (...) una templanza que es tan necesaria, ya no solo para que lo puedas masticar, sino para que los demás lo podamos masticar». «Estaba esperando tu voz para cerrar mi equipo», reconoció.

¿Y quién es Norykko? Aunque ahora vive en Madrid, Nora Jiménez es de Santiago, donde vivió hasta que inició sus estudios universitarios. Ahora se dedica al mundo de la canción, fue finalista en el 2003 para participar en Operación Triunfo, ha sido miembro del grupo Gospel Factory, acompañó a Soraya en Rusia cuando esta nos representó en Eurovisión y ahora empieza a dar sus primeros pasos en solitario con el disco Mariposa. La compostelana, integrante del equipo de Malú en La Voz, tiene 30 años, también ha cantado en anuncios y películas, y ha hecho coros en estudio a Raphael, Tamara, Hombres G, Amaya Montero o Paulina Rubio. «Soy un poco mercenaria de la música, pero eso no significa que no la disfrute», asegura, rotunda.