«¿Quién quiere casarse con mi hijo?»: La tercera generación de «tróspidos» ya está aquí

La Voz REDACCIÓN

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Roi

El programa de Cuatro presentado por Luján Argüelles cuenta con un nuevo combinado madre-hijo homosexual en sus filas. Roi y Belén son coruñeses, regentan un conocido local nocturno de la ciudad y ayer regalaron a los espectadores algunos de los mejores momentos de la noche

12 sep 2013 . Actualizado a las 23:46 h.

¿Quién quiere casarse con mi hijo? se mete a la audiencia en el bolsillo por divertido. Por el carisma de sus escogidos concursantes, por lo peculiar de su personalidad y, sobre todo, por el acertado trabajo de postproducción que les convierte en auténticos personajes. A ellos y a todas y todos sus pretendientes. El formato, que despegó en Cuatro hace casi un par de años de la mano de Luján Argüelles, ha sido todo un éxito en sus dos primeras ediciones. Después evolucionó levemente y nació Un príncipe para Corina, una especie de sucedáneo que no consiguió ni por asomo el efecto de los tróspidos -término que se popularizó en las redes sociales durante la primera edición de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? para acuñar a los protagonistas del concurso-, pero sí logró calentar motores para la tercera edición de las parejas de madre-hijo en busca de marido. Ayer, Cuatro dió a conocer a su tercera generación de solteros, entre los que, para no perder la costumbre, se encuentra un gallego.

¿Quién quiere casarse con mi hijo? emitió este miércoles el primer capítulo de su temporada número tres sin sorpresas, pero con grandes dosis de humor. La carcajada estaba asegurada. El pijo, el rompecorazones (esta vez, además, argentino), el chico de pueblo, el friki y el homosexual (gallego ¿repetimos caso Pedriño?) de nuevo como protagonistas. Y una interminable cola de canditatas y candidatos, cada una de su padre y de su madre y dispuestas/dispuestos a llamar la atención por encima de todo, para hacerse con sus corazones. Y luego, las madres. Esas grandes matriarcas que mueven los hilos del programa, acompañadas, en esta ocasión, por un padre. Estos son sus hijos:

Alexis, el niño rico mimado

Soso como pocos, Alexis (26 años) es el pijo de esta edición de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?. La guinda la pone su padre -apodado «Flavio Briatore»- y, desde ayer, una de sus pretendientas, una extraña mujer de nombre Svetlana que no quiso revelar su edad. El chico es apasionado del lujo, devoto de los grandes coches (se dedica junto a su progenitor a la compra-venta) y entusiasta de la canción melódica. Su padre actúa de cortafuegos. Su objetivo: evitar que las chicas se aprovechen de su fortuna. La procesión de chicas que este miércoles desfilaron frente a Alexis y Armando no tuvo desperdicio. De todas ellas, destacan la primera embarazada del concurso y una misteriosa vuida amante de la ópera.

Víctor, el Peter Pan friki y salido

Víctor es el nerd del concurso. Tomando el relevo que dejó en la audiencia Corina y sus príncipes frikis, ¿Quién quiere casarse con mi hijo? incorpora a su elenco a un chico obsesionado con los dibujos animados. El programa lo define como un niño grande, dependiente por completo de su madre, pero lo que recogen las cámaras es a un hormonal individuo a las puertas de la treintena que se hartó de hacer insinuaciones sexuales a su selección de pretendientas. Exmonaguillo, exscout y sin un modelo predeterminado de chica ideal. Así, el revuelto que forman las chicas dispuestas a marcharse a casa con él es inigualable. Una modelo erótica oriental, una «pija-perra» -definida así por ella misma- o una exótica cubana son solo un aperitivo de lo que le espera.

Roi, el «James Dean del siglo XXI»

En el principio estuvieron Pedriño y Mary. Ahora, son Roi y Belén. ¿Quién quiere casarse con mi hijo? presentó a la pareja gallega madre-hijo con la canción de Sensación de vivir de fondo. Poco más hay que decir de ellos. Tan estupendos, tan guapos, tan divertidos, tan jóvenes, tan populares, tan snobs, tan beautiful people. Tan. Parecen amigos más que progenitora y descendiente. Regentan un popular local nocturno coruñés y, de vez en cuando, incluso ejercen de DJ's bajo el nombre de «Amor de madre». El se define como el «James Dean del siglo XXI», considera que su mejor amiga -madre- es igualita a Elsa Pataky y no se separa de su mascota, el cachorro de galgo apodado Moncho. Entre sus pretendientes, de todo un poco. Hasta un travesti. Y el mismísimo Bob Esponja -el actor que interpreta al dibujo animado amarillo en el musical-. Pero hay uno que ya se ha hecho con el corazón de Roi. ¿Estará ya todo el pescado vendido?

Leo, el argentino canalla

Sin defraudar a los estereotipos, ¿Quién quiere casarse con mi hijo? ha colocado al frente de un grupo de pretendientas que parece sacado de Mujeres y Hombres y Viceversa a Leo, el concursante argentino. Seductor y por momentos hasta empalagoso, Leo, de 27 años, confesó a su madre Silvia, la doble argentina de Bárbara Rey, que se había enamorado de todas y cada una de sus chicas. «Es muy engatusador y peligrosamente seductor, es divino, muy trabajador y un gran jugador de rugby, eso sí, es demasiado perfeccionista y cabezota», le define su madre. Poco destacan sus pretendientas, con estética de discoteca, sonrientes e ilusionadas con su chico canalla.

Fran, huyendo del pueblo

Fran busca una «bomba sexual» en ¿Quién quiere casarse con mi hijo?. A su madre Mª Carmen, jornalera de vendimia y ama de casa, lo único que le preocupa es la limpieza, el orden y que su hijo esté bien alimentado, vamos, una esposa que no descuide ni un segundo las necesidades de su niño. Este exmilitar de 29 años asegura que su secreto es el carisma y la confianza en sí mismo para «ligarse a las mujeres más bellas». Reconoce, además, que es infiel y muy fogoso. Imagínense ahora a sus pretendientas.