El «Incidente OVNI» de Roswell: ¿qué pasó realmente el día en que una nave extraterrestre se estrelló en Nuevo México?

La Voz REDACCIÓN

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Con «La Guerra de los Mundos», Orson Wells ya había relatado en la radio la invasión alienígena en el año 1938. Pero no sería hasta nueve años más tarde cuando llegaría la locura por este universo desconocido que, a día de hoy, sigue siendo todo un misterio. Hace hoy 66 años un granjero halló en Roswell, Nuevo México, los supuestos restos de un OVNI. Y desató la fiebre extraterrestre

09 jul 2013 . Actualizado a las 02:58 h.

El Incidente OVNI de Roswell fue, hace hoy 66 años, el punto de partida de un fenómeno que todavía actualmente supone todo un misterio para el ser humano, la vida extraterrestre. Ya en el año 1938, Orson Wells había anticipado, con su impactante experimento radiofónico La Guerra de los Mundos, la posibilidad de una invasión alienígena en la Tierra, una hipótesis que tras el Incidente OVNI de Roswell fue cobrando más y más fuerza poniendo en duda la sólida creencia hasta entonces de que el hombre era el único habitante del universo.

El Incidente OVNI de Roswell, que tuvo lugar el 2 de julio de 1947, es mucho más que el hallazgo de unos restos no identificados en un rancho de Nuevo México. Supone más de media década de misterio y especulaciones sobre un extraño suceso, que fue difuminado una y otra vez desde entonces por las fuerzas de seguridad americanas, y que precipitó todo tipo de teorías conspiratorias y sobrenaturales. Una noche de verano, un supuesto objeto volador no identificado, tripulado por unas extrañas criaturas, caía sobre los terrenos de un granjero en una de las regiones más apartadas de la civilización. Hasta ahí se puede leer. A partir de ese momento, todo son conjeturas y especulaciones en las que la ficción se confunde con las explicaciones oficiales.

El popular Incidente OVNI de Roswell, el primero registrado en la breve historia de la ufología, comenzó con un simple paseo. Durante su caminata, Mack Brazel encontró restos de objetos extraños dispersos por su rancho y decidió avisó al sheriff. Días después, el diario Roswell Daily Record publicaba que el misterioso aparato era un objeto del tamaño de una mesa, poseía caucho de color gris esparcido, gran cantidad de papel de plata, cintas adhesivas con diseños florales y varillas de madera. Pero no contaba por ningún lado con metal alguno que hubiese podido ser usado como motor.

Durante cuatro décadas, la prensa y los cazaovnis vertieron ríos de tinta y especularon sobre el Incidente OVNI de Roswell y la teoría de que una nave extraterrestre había arrivado a la Tierra. Las noticias sobre la autopsia a sus tripulantes tamposo fueron pocas. Pero el mito acabó derrumbándose.

El Ejército norteamericano guardó desde el principio un absoluto silencio sobre el Incidente OVNI de Roswell, un mutismo oculto con una vaga explicación basada en pruebas con globos aerostáticos. Los ufólogos nunca se quedaron convencidos con esta versión y, a raíz de la extraña aparición, surgieron durante estas casi siete décadas centenares de libros e investigaciones, en los que continuamente aparecían nuevos testigos del accidente. De creer estos testimonios, el rancho Brazel estaba el día 2 de julio de 1947 más transitado que una estación de metro en hora punta, lleno de ojeadores que aseguraron posteriormente que la nave recuperada tras el Incidente OVNI de Roswell llevaba tripulantes.

La explicación oficial del Incidente OVNI de Roswell

Sin embargo, con el tiempo se demostró que la descripción del aparato del Incidente OVNI de Roswell coincide con la de un sistema de detección acústica de baja frecuencia que llevaban unos globos meteorológicos de largo alcance desarrollados por el proyecto Mogul, un alto secreto de Estados Unidos para espiar a la URSS. El objetivo de los globos era captar explosiones nucleares soviéticas en la alta atmósfera, pues, en plena guerra fría, Stalin quería tener su bomba. Todo apunta a que el vuelo 4 de prueba de un globo espía se estrelló en Roswell. De los alienígenas, ni rastro.

Cuando el episodio del Incidente OVNI de Roswell languidecía, hace cerca de 15 años, la Fuerza Aérea americana lo rescató del olvido emitiendo un nuevo comunicado en el que echaba por tierra su propia interpretación. Según el informe El Incidente OVNI de Roswell Caso Cerrado, en aquella época, «la Fuerza Aérea realizó experimentos con globos de gran altura, algunos de los cuales incluían dummies antropomorfos a fin de aprender cómo mejorar la recepción de astronautas en tierra, expulsados a grandes alturas». En ningún momento se hacía referencia a una misión de espionaje secreto. Lo absurdo, además, es que se afirmó que las pruebas comenzaron en 1953, y el siniestro ocurrió en 1947. Para salvar esta incongruencia, los militares arguyeron que «los testigos olvidan las fechas». Esta explicación podría ser convincente, pero el suceso apareció en un gran número de rotativos americanos en 1947.

Esta contradicción en el Incidente OVNI de Roswell no hizo más que alimentar las teorías sobre un lado más oscuro y paranormal. El ingeniero Barney Barnett aseguró que pudo ver los cadáveres de los extraterrestres, alguno de los cuales sollozaba, agonizante, cuando fue descubierto. Unos investigadores aseguran que se recuperaron cuatro cuerpos y otros que fueron siete. Y en 1995, el productor de televisión Ray Santilli aseguraba tener en su poder la película con las autopsias practicadas a los tripulantes de la nave. Un anciano de 82 años, Jack Banett, excámara de las Fuerza Aéreas, era, al parecer, el autor de la grabación y de una copia que había ocultado durante décadas, asustado por la trascendencia de lo que vio. La cinta sobre la «verdad» del Incidente OVNI de Roswell se proyectó en Londres el 5 de mayo de 1995. En ella se podría apreciar como unos supuestos médicos practicaban una necropsia a un alienígena cabezón y carente de pelo, que permanecía tumbado en una mesa mientras los supuestos forenses practicaban cortes en su cuerpo, que, a simple vista, parecía estar compuesto de algo similar al cartón piedra. El extraterrestre medía metro y medio, carecía de órganos genitales, tenía la piel grisácea y seis dedos en cada mano. Patólogos, antropólogos, especialistas en efectos especiales y fotógrafos pronto desacreditaron la cinta. Posteriormente, Kodak aseguró que la película usada no se correspondía con la de la época. El caso Roswell del Incidente OVNI de Roswell era un fraude.

Lo único claro es que, seguramente durante años, el Incidente OVNI de Roswell seguirá siendo un misterio. Mientras, algunos aprovechan para sacarle partido. En Roswell existe un museo dedicado al suceso, dirigido por el ex-teniente Walter Haut, que difundió el primer comunicado asegurando que se había recuperado un platillo. En la zona opera desde hace años una empresa dedicada a la venta de souvenirs y recorridos turísticos. Por 10 dólares se puede comprar un saco de piedras del rancho y por algo más de 50 pavos, dormir una noche a la intemperie donde, supuestamente, pusieron sus pies los alienígenas. La verdad del Incidente OVNI de Roswell está ahí fuera, pero, entre tanta patraña, es difícil encontrarla.

Un ufólogo gallego, pionero en seguirles la pista

El Incidente OVNI de Roswell fue alimentado por los medios de comunicación con titulares como este: «Las fuerzas aéreas capturan un platillo volante en un rancho de la región de Roswell». El general Ramey, de Fort Worth (Texas), desmintió la noticia pero muchos pensaron que tenía algo que ocultar. Durante las décadas siguientes, los ufólogos hablaron de una conspiración para ocultar la tecnología marciana, como reflejan algunas películas de los años 90 como Independence Day. Se llegó incluso a decir que los restos del artefacto, de un extraño metal, fueron ocultados en una base militar de Texas.

Años después del Incidente OVNI de Roswell, un avión militar se estrelló cerca del mismo lugar y los cadáveres de la tripulación fueron recuperados. Pronto, algunos empezaron a hablar de la aparición de cuerpos de alienígenas. No es de extrañar que en 1995 saliese a la luz el fraudulento vídeo de la autopsia de los dos seres blancos. Quizás uno de los más tempranos ufólogos en destapar fraudes como este relacionado con el Incidente OVNI de Roswell sea el meteorólogo gallego Óscar Rey Brea, quien investigó la aparición de objetos volantes no identificados en octubre de 1945, dos años antes que los casos más famosos.

Según relata Juanjo Pérez, en El nacimiento de la ufología en España, Rey oyó a sus padres que un objeto luminoso había sobrevolado la ciudad de A Coruña. Ese dato hizo recordar al investigador que, unos años antes, unos soldados de la División Azul, que luchaban en el frente ruso al lado de Hitler, habían avistado un extraño aparato de origen desconocido. Los franquistas creyeron que era un arma secreta del Tercer Reich. En 1945, dos años antes del Incidente OVNI de Roswell, varios testigos volvían a ver la misteriosa nave nazi en Galicia, justo cuando finalizaba la Segunda Guerra Mundial. Rey inició entonces una investigación, con lo que se convirtió en el primer ufólogo gallego.

Catorce años después del Incidente OVNI de Roswell, en 1961, el estudioso gallego publicó Objetos desconocidos en el cielo. En su diario, aseguraba que existía una lógica o ciclo en las apariciones de ovnis. La gente veía más naves en los días en que el planeta Marte estaba más próximo a la Tierra. El ufólogo gallego también destapó fraudes y reconoció muchos objetos volantes como simples globos sonda, inversiones de temperatura, conjunciones astronómicas, nubes lenticulares, halos lunares. Juanjo Pérez atribuye al meteorólogo gallego el hecho de descubrir que el caso español Ummo, considerado auténtico durante 30 años, podría ser un burdo engaño.