«Gran Hermano 14», final: Susana, la murciana que conquistó dos corazones

La Voz REDACCIÓN

INFORMACIÓN

Tiene 22 años, es estudiante de ADE y voluntaria en una asociación de discapacitados físicos. Su naturalidad hizo que Danny se replantease sus sentimientos hacia su novia y que uno de los gemelos cayese rendido a sus pies

18 jun 2013 . Actualizado a las 21:30 h.

Susana es de Murcia, tiene 22 años y una espontánea naturalidad que ha agitado los corazones de al menos dos concursantes de Gran Hermano 14. El primero en rendirse a los encantos de la murciana fue Danny, el pinchadiscos que fue expulsado del programa después de que se descubriese que ya antes de poner un pie dentro de la casa lo había dejado todo preparado fuera para su momento de gloria: un posado de su novia Eva en Interviú y revelaciones a medios de comunicación adelantando que era uno de los seleccionados en los cástings.

Hechizado por Susana, esta no fue la única polémica que rodeó al andaluz de Gran Hermano 14. Con pareja fuera, se pasó toda su estancia en la casa entre arrumacos y abrazos con la finalista. Cuando la dirección de Gran Hermano 14 se dio cuenta de que entre ambos concursantes había tema para exprimir, decidió incorporar al elenco de habitantes de Guadalix a su pareja, que tuvo que hacerse pasar por una concursante más con la misión de no ser descubierta. Tras la expulsión disciplinaria del pinchadiscos, Susana se quedó completamente destrozada en la casa, una pena que fue haciéndose cada vez más dulce, hasta desaparecer por completo cuando los gemelos entraron en la carrera hacia el premio final.

Susana entró en Gran Hermano 14 junto a Iván. Así como otros concursantes entraron a través de la habitación sin gravedad o directamente por la puerta, la murciana tuvo que ayudar a su compañero de concurso a salir de una piscina de bolas. Enseguida, Susana encontró en Argi -la concursante expulsada disciplinariamente por Mediaset por hacer una broma sobre la banda terrorista ETA- una amiga inseparable con la que empezó a compartir confesiones y diversión. Cuando Gran Hermano 14 empezó a sumar concursantes a medida que iba expulsando a los primeros eliminados, y metió dentro de la casa de Guadalix a los populares gemelos Montoya, la amistad entre Susana y Argi comenzó a resentirse.

Desde el principio Susana congenió de maravilla con Carlos y Gonzalo, un viejo amor de Argi -la vasca y el gemelo se habían conocido como más que amigos hace tiempo fuera de la casa-. A su entrada en la casa, el vínculo afectivo que surgió entre el sevillano y Susana no acabó de convencer a Argi, que acabó protagonizando los momentos más tensos y violentos de Gran Hermano 14 junto a los hermanos.

El tiempo y la constancia acabaron poniéndose de parte del gemelo y, a pesar de que al principio Susana no estaba nada convencida de sus sentimientos hacia él, finalmente entre ambos acabó surgiendo una bonita historia de amor.