«Gran Hermano 14»: Sonia destapa lo que el programa no emite

La Voz REDACCIÓN

INFORMACIÓN

La concursante expulsada este lunes reveló el martes en el debate que durante su estancia en la casa sufrió una infección de un quiste de Bartolino. Reprochó al equipo de «Gran Hermano» que habían tardado en atenderla y en suministrarle medicación, insinuando, además, que una vez que la examinaron el programa la había atiborrado de antibióticos

30 may 2013 . Actualizado a las 11:41 h.

Gran Hermano lleva desde su primera edición presumiendo de emitir todo lo que ocurre dentro de la casa de Guadalix, una máxima que el programa fue reforzando con la incorporación de su canal 24 horas. Pero las cosas han cambiado mucho desde aquel primer e innovador Gran Hermano que consiguió meterse a toda España en el bolsillo. Los concursantes llegaron a una austera vivienda de la sierra madrileña donde tuvieron que convivir durante meses sin relojes, ni libros, en una burbuja que les desconectaba por completo del mundo exterior.

En Gran Hermano 14 los habitantes de la casa escriben blogs, saben a la perfección en qué día viven, conocen al dedillo cómo funciona el concurso y lo que menos les falta es información de lo que sucede fuera de los muros de Guadalix. El desgaste de catorce ediciones ha hecho que el público se aburra con la mera convivencia de un grupo de chicos y chicas desconocidos. Y, si desde le primer día ya se intuía la mano del programa en la dirección que iban tomando los acontecimientos a medida que avanzaba el concurso, con tantos programas a sus espaldas y todo visto dentro de los muros de Guadalix, en Gran Hermano 14 los concursantes son una suerte de marionetas prestas al espectáculo y la polémica. Pero, ¿cuánto de la manipulación que denuncia la familia de Sonia, la última expulsada del reality, hay en lo que sucede en Gran Hermano 14? ¿Ha diseñado específicamente el programa una aplicación que permite nominar al público para echar a Sonia? ¿Qué pasa en Gran Hermano 14 que no vemos?

Sonia salió expulsada el lunes de la casa de Gran Hermano 14. El paso de la canaria por la casa fue todo menos tranquilo. A los pocos días de llegar, comenzó una romántica relación con Kristian, otro de los concursantes, y, cuando Sonia tenía convencido al público de ser una de las habitantes más serias y tranquilas de Guadalix, Igor le dio la vuelta a la tortilla dedicándole una dura despedida desde el plató la noche de su expulsión. Inmediatamente, Sonia se convirtió en la concursante más interesante de Gran Hermano 14.

La dirección de Gran Hermano 14, frotándose las manos, aceleró una repesca y, casualmente, Igor regresó a la casa para darle, con su altercado con Sonia, un poco de vida a la convivencia. Los acontecimientos desestabilizaron por completo a la joven y destaparon su cara más sensible y neurótica. Entonces el programa introdujo un nuevo método de nominación en las normas del concurso: el público elegiría a un nominado a través de una aplicación móvil. Y escogió a Sonia. Junto a Igor, la canaria se expuso al veredicto de la audiencia y en la gala del lunes ambos jugaron sus últimas cartas con un equilibrado duelo del que salió victorioso el concursante vasco.

Sonia se convirtió en la nueva expulsada de Gran Hermano 14. Aún conmocionada por todo el tinglado que Igor se sacó de la manga para no perder su protagonismo en el concurso, Sonia llegó al plató y se encontró con un panorama todavía peor. Mientras ella nos regalaba arrumacos con Kristian y reproches dialécticos hacia Igor, su familia había emprendido una dura guerra en las redes sociales contra Gran Hermano 14. Después de asimilar como se había vivido du estancia en Guadalix desde fuera, Sonia regresó el martes a los estudios de Telecinco para defender en el debate la actitud de su padre y su hermano y destapar lo que las cámaras no quieren ver. Lo que no se emite. Lo que nunca llega al espectador.

«Cuando estuve enferma tardaron en darme medicación y en venirme a ver»

Sonia reveló en el espacio conducido por Frank Blanco que durante su estancia en Gran Hermano 14 había sufrido una infección de un quiste Bartolino. Este tema, que evitó ser difundido por el concurso -según el blog de El gato encerrado «por respeto a la intimidad de la concursante»-, centró un artículo del diario Canarias 7, titulado El malestar de una familia canaria atrapada en GH14, en el que el padre de Sonia se quejaba de la falta de información sobre la salud de su hija: «No quieren quitárselo porque tendría que salir de la casa. Está atiborrada de antibióticos. Algunas veces la he visto realmente mal y he tenido que llamar para exigirles que la lleven al confesionario y la controlen». Sonia respaldó en el debate las graves declaraciones de su padre. «Cuando me puse mala tardaron en darme medicación y en venirme a ver -reconoció la expulsada-. El primer tratamiento que me dieron a mí para el quiste de Bartolino fue demasiado. Te puedo decir la cantidad de antibióticos que soporta un cuerpo humano y lo pasé realmente mal».

Gran Hermano 14, por su parte, aclaró que a Sonia se le ofreció la posibilidad de salir para operarse y la decisión de retrasarlo fue de ella. La concursante abandonó la casa en dos ocasiones para visitar a un ginecólogo y tuvo atención médica varias veces dentro de la vivienda de Guadalix, todo siguiendo el protocolo impuesto por un médico.

Acusaciones cruzadas de prostitución

Sonia también tuvo que dar la cara en el debate por las acusaciones que su familia vertió supuestamente en Twitter -su hermano insistió durante la gala del lunes que tales perfiles eran cuentas falsas- sobre la colaboradora de Gran Hermano 14 Belén Rodríguez. Los Walls consideraron que BelénRo había llamado prostituta a Sonia al insinuar que la canaria, al estar nominada, se metería en la cama de Kristian para salvarse de la expulsión. Al llegar al plató, Sonia pidió una disculpa a la colaboradora. Belén aclaró que en ningún momento la había acusado de nada, sino que se había limitado a juzgarla como concursante, y, entre reproche y reproche salieron a la luz los tuits que el padre de Sonia había publicado en relación a la comentarista. En ellos, el canario la comparaba a la colaboradora con una hiena y cuestionaba sus métodos para conseguir trabajo. «Si tu familia está mal de la cabeza, no es mi problema», dejaba bien claro Belén. «Si mi familia te tiene que pedir perdón, lo hará», concluyó la expulsada de Gran Hermano 14.