125º aniversario de la inauguración de la Exposición Universal de Barcelona, una feria que creó una arquitectura nueva en la ciudad

La Voz

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Muchos de los edificios y monumentos surgidos de la muestra se mantienen en la actualidad y forman parte de la historia de la ciudad

20 may 2013 . Actualizado a las 23:18 h.

La Exposición Universal de Barcelona 1888 fue el punto culminante de la evolución de la sociedad catalana en el siglo XIX y supuso un crecimiento industrial y un progreso cultural como no se había conocido hasta el momento. Si no se hubiera celebrado la Exposición Universal de Barcelona 1888, la ciudad condal sería muy diferente a la que conocemos hoy en día.

La Exposición Universal de Barcelona 1888 se abrió al público el 8 de abril y después de ocho meses, el 9 de diciembre, cerró su puertas para siempre. Sin embargo, durante ese tiempo y gracias a la Exposición Universal de Barcelona 1888 varias infraestructuras de la ciudad condal sufrieron notables mejoras que supusieron un salto hacia su modernización y desarrollo.

Un millón y medio de personas visitaron la Exposición Universal de Barcelona 1888 en ese año. El precio de las entradas era de una peseta y había la opción de hacerse con un bono para entrar durante todo el tiempo que duró la Exposición Universal de Barcelona 1888 por 25 pesetas.

La feria no solo atrajo el interés del público español, si no que un total de 22 países formaron parte de la Exposición Universal de Barcelona 1888. Además de la representación española, los principales países participantes fueron Francia, Austria, Alemania, Italia, Rusia, Inglaterra, Estados Unidos y Bélgica. También tuvieron una menor presencia Suiza, Suecia, Holanda, Dinamarca, Noruega, Portugal, Japón, China, Turquía, Bolivia, Ecuador, Honduras y Argentina, todos ellos situados entre el Palacio de la Industria y la Galería de Máquinas.

Un recinto de 450.000 metros cuadrados albergaba la superficie total de la Exposición Universal de Barcelona 1888, a la que se accedía a través del Arco de Triunfo, un monumento creado para lo ocasión, diseñado por Joseph Vilaseca y que todavía permanece en su lugar original.

La parte central de la Exposición Universal de Barcelona 1888 ocupaba unos 70.000 metros cuadrados y se ubicaba en la zona de la antigua Ciudadela. Para llevar a cabo el proyecto se derribaron 1.200 casas del barrio de la Ribera que fueron sustituidas por amplios jardines para el esparcimiento. Gaudí también tuvo su parte en esta Exposición Universal de Barcelona 1888, ya que intervino en el proyecto de la Cascada Monumental, uno de los puntos más importantes del parque.

El Salón de San Juan era otra de las piezas claves de la Exposición Universal de Barcelona 1888. Se trataba de una larga avenida de 50 metros de ancho dominada por el hierro forjado y los mosaicos del suelo. El Palacio de Bellas Artes era el primer edificio propiamente dicho desde que se accedía al recinto. En su sala central se celebraron los principales actos oficiales, como la inauguración y clausura de la Exposición Universal de Barcelona 1888.

El Círculo del Liceo, el Invernáculo y el Palacio de la Industria fueron otros edificios que destacaron por su arquitectura modernita en esta Exposición Universal de Barcelona 1888.

Gracias a la Exposición Universal de Barcelona 1888, la ciudad condal sufrió diversas mejoras que facilitaron la vida de sus ciudadanos como la urbanización del Parque de la Ciudadela, que se convirtió en el más grande de la ciudad, la finalización del frente marítimo o la dotación eléctrica a las primeras calles de la ciudad.

Pero si hay algo característico de la Exposición Universal de Barcelona 1888 que todavía tiene vigencia hoy es el Monumento a Colón de Rafael Atché. Además se instalaron Las Golondrinas (embarcaciones de recreo que ofrecen un paseo marítimo a los visitantes).