El nuevo papa: Leandro Sandri, un papable argentino experto en diplomacia

Cecilia Caminos DPA

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Fue nombrado cardenal en 2007 por Benedicto XVI

12 mar 2013 . Actualizado a las 00:08 h.

El cardenal argentino Leonardo Sandri es uno de los religiosos latinoamericanos papables por su extensa trayectoria en el Vaticano y por haber integrado los círculos más cercanos de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Sandri tiene 69 años y un perfil conservador. Es prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales y consejero de la Comisión Pontificia para América Latina. Ocupó además cargos estratégicos y fue el encargado de dar la triste noticia el 2 de abril de 2005 en la Plaza San Pedro de la muerte de Juan Pablo II. Era conocido como «la voz del papa».

Nació el 18 de noviembre de 1943 en el seno de una familia de inmigrantes italianos. Fue ordenado sacerdote en 1967, tras lo cual ejerció como secretario del entonces arzobispo de Buenos Aires, monseños Juan Carlos Aramburu, mientras continuó a la par sus estudios filosóficos y teológicos.

En Roma obtuvo el doctorado en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana y a partir de 1974 ingresó al servicio diplomático del Vaticano, primero en las nunciaturas de Madagascar y la isla Mauricio, para luego dedicar doce años, hasta 1989, a la Secretaría de Estado de la Santa Sede.

Luego fue enviado a Estados Unidos para ejercer entre 1989 y 1991 como observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de Estados Americanos (OEA).

También tuvo misiones como nuncio apostólico en Venezuela y México, y fue designado sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano, para ejercer como número dos del jefe de la burocracia vaticana durante el pontificado de Juan Pablo II, el polémico Angelo Sodano. Fue conocido también por ser la «voz del papa».

El religioso argentino fue nombrado cardenal en 2007 por Benedicto XVI. Combina dos factores de peso para el próximo cónclave: su origen latinoamericano y su profundo conocimiento de la curia romana gracias a su extensa carrera diplomática vaticana. Y de no ser elegido como el nuevo jefe de la Iglesia católica, su nombre suena para ocupar la Secretaría de Estado.

El segundo cardenal argentino que estará presente en el cónclave es Jorge Bergoglio. Aunque su edad, 76 años, le quitaría posibilidades de ser el sucesor de Joseph Ratzinger, Bergoglio podría ser uno de los cardenales más influyentes a la hora de la votación en el cónclave. Su edad lo llevó incluso a renunciar como arzobispo de Buenos Aires.

Bergoglio, de perfil moderado, fue según versiones de prensa nunca confirmadas por el Vaticano el segundo cardenal más votado cuando se eligió a Benedicto XVI.