George Ferris instala por San Valentín su noria gigante en el doodle de Google

La Voz REDACCIÓN

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George Ferris se suma hoy, en el 154º aniversario de su nacimiento, a la lista de las personalidades históricas y fechas significativas que Google habitualmente conmemora en su popular logotipo. A menudo, las letras de colores del buscador suelen amanercer convertidas en originales doodles, ilustraciones o animaciones con las que Google no solo sorprende y en ocasiones entretiene durante todo el día a sus usuarios, sino que acerca a los internautas la historia y el legado de hitos e iconos que con sus aportaciones han conseguido que hoy el mundo sea tal y como lo conocemos. Además de George Ferris, arqueólogos como Howard Carter o Mary Leakey; escritores como los hermanos Grimm o Rubén Darío o fechas destacadas como Año Nuevo, Nochebuena, el fin del mundo maya o Halloween han sido protagonistas de los doodles de Google durante los últimos meses. Hoy, las cinco letras del buscador se convierten en una gigantesca noria de George Ferris, una rueda, en este caso, del amor que, aprovechando el día de San Valentín, empareja diferentes animales para relatarnos su peculiar historia de amor.

Pero con quien realmente quiere volcarse hoy Google es con George Ferris, un ingeniero estadounidense que se propuso levantar en Chicago la noria más grande del mundo con motivo de la exposición universal de 1893, convocada para homenajear el cuarto centenario del descubrimiento de América. Más alta que cualquier edificio de la ciudad en aquella época. Especializado en la construcción de puentes, George Ferris asumió el reto de proyectar una gigantesca rueda gracias a la cual los visitantes a la muestra mundial pudiesen contemplar la totalidad de la feria tras ser testigo de cómo cuatro años antes, en 1879, la Torre Eiffel había dejado sin habla a medio mundo.

La idea de George Ferris se concretó en una inmensa rueda de 80 metros de altura y 76 metros de diámetro, con 36 barquitos de madera y capacidad para 60 personas cada uno. Los viajes en la noria Ferris comenzaron costando 50 centavos y duraban 20 minutos. Rápidamente se convirtió en la gran atracción de la exposición e incluso llegó a ser escenario de grandes eventos, banquetes de celebraciones y bodas. El invento de George Ferris, que pronto rentabilizó los gastos de la feria universal, estaba sostenido por dos soportes de acero de 43 metros de altura y la rueda contaba con un eje central de casi 14 metros de largo, la mayor pieza de acero forjada hasta el momento. Al final de la muestra, la noria de George Ferris fue desmontada para instalarse nuevamente, diez años más tarde, en la feria de St Louis. Finalmente, la gran atracción de Ferris fue dinamitada el 11 de mayo de 1906 y vendida como chatarra por cerca de 1800 dólares.

El diseño de la noria de George Ferris no fue una tarea fácil. A principios de la década de los noventa, Estados Unidos estaba inmerso en una importante despresión económica, por lo que conseguir financiación para su proyecto no le resultó sencillo al ingeniero norteamericano. Muchos incluso llegaron a tacharle de loco, apodándole «el hombre de las ruedas en la cabeza». Sin emargo, George Ferris no desistió y finalmente consiguió una concesión para construir su ansiada noria, no en Jackson Park, los jardines principales donde se iba a celebrar la muestra, pero sí en la Avenida Central en el Midway.

El día de la inauguración de la exposición universal, George Ferris se subió al estrado y, después de agradecer a su esposa todo el apoyo que le brindó en los momentos más duros y dedicar todo su esfuerzo a los ingenieros de América, hizo sonar un silbato de oro y la noria comenzó a girar. Lo hizo incansablemente durante días, ofreciendo a los visitantes una experiencia única, un viaje en círculos gracias al cual, en un día despejado, no solo podía contemplarse la totalidad del recinto ferial y la ciudad, sino que la vista se extendía a lo largo de kilçometros hasta el lago y los estados de Illinois, Wisconsin, Indiana y Michigan.

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