Un monzón único en 130.000 años

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

HISTORIAS DEL TIEMPO

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El viento que produce lluvias torrenciales en el sur de Asia resulta crucial para la seguridad alimentaria y el bienestar socioeconómico del 40 % de la población mundial

28 oct 2022 . Actualizado a las 13:56 h.

El monzón es un cambio estacional generado por la diferencia térmica que existe entre la superficie terrestre y el océano. Su funcionamiento es idéntico a la brisa marina estival, aunque a gran escala. En verano, durante un día de calor, el suelo se calienta con mayor facilidad que el mar. El aire cálido asciende y genera un déficit. La Tierra, que odia los desequilibrios, pone en marcha un viento que aparece por la tarde y se desplaza de mar a tierra para compensarlo. Es la circulación del aire denominada brisa y que de noche invierte el proceso, sopla de tierra a mar, ya que cuando el sol se pone la Tierra se enfría antes que el agua.

Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) indica que en el contexto climático actual se podría producir una severa reducción lluvias monzónicas, que son vitales para el superpoblado subcontinente indio.

Los datos paleoclimáticos recuperados de los núcleos de sedimentos oceánicos que datan de hace 130.000 años muestran que el calentamiento sostenido en el Índico durante el Último Interglaciar incrementó las lluvias convectivas sobre el océano, pero debilitó las lluvias en tierra.

El monzón del sur de Asia resulta crucial para la seguridad alimentaria y el bienestar socioeconómico del 40 % de la población mundial. Desde una perspectiva histórica, las fluctuaciones de las lluvias monzónicas se han relacionado con el auge y la caída de las civilizaciones en el subcontinente indio.

Ahora, los investigadores están cada vez más preocupados de que el calentamiento global pueda amenazar la estabilidad del sistema monzónico. Hasta ahora las predicciones se han visto obstaculizadas por la falta de datos climáticos a largo plazo en el subcontinente indio. Ahora los investigadores pudieron rastrear los cambios que ocurrieron entre hace 130.000 y 115.000 años, y el clima cálido actual, el Holoceno, que comenzó hace 11.600 años.

La radiación solar a menudo se considera el principal factor de influencia de la intensidad que influye en la circulación del viento y, en última instancia, la precipitación. Por tanto, los niveles más altos de radiación solar en el Último Interglaciar llevaron a una mayor intensidad de los monzones, pero este efecto nunca se ha verificado con datos.