El túnel que simula el clima extremo

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

HISTORIAS DEL TIEMPO

La instalación científica creada en Francia, única en el mundo, recrea todo tipo de fenómenos meteorológicos adversos para comprobar si resisten a ellos los efificios y las infraestructuras

16 abr 2019 . Actualizado a las 11:31 h.

¿Podría una esbelta torre resistir a un viento huracanado como el que nunca se había visto?, ¿o una vivienda hacer frente a un tornado muy violento?, ¿o una pérgola aguantar una lluvia torrencial?, ¿o un puerto una marejada que no recuerdan ni los más viejos del lugar? Son escenarios límite, pero en un contexto de cambio climático, en el que los fenómenos meteorológicos tienden a ser cada vez más extremos, conviene estar preparados, porque podrían ocurrir en cualquier momento.

Tanto los edificios como todo tipo de infraestructuras, e incluso los transportes, deberían estar preparados, por tanto, para resistir a escenarios cada vez más virulentos. Pero, ¿cómo se pueden simular estas condiciones extremas? En el Túnel Climático Julio Verne que se acaba de inaugurar en Nantes (Francia), una infraestructura de investigación internacional, única en el mundo de sus características, que permite realizar ensayos en cualquier equipo a diferentes escalas y reproduciendo todo tipo de condiciones climáticas.

Se trata de la única infraestructura del mundo que puede analizar, en sus más de 6.000 metros cuadrados, obras y sistemas de sectores como la construcción, los transportes y las energías renovables. La instalación ya llevaba 25 años en funcionamiento, pero lo que le permite responder a los nuevos desafíos es la reforma realizada que ha costado 8,5 millones de euros.

En el túnel se pueden reproducir todo tipo de fenómenos climáticos extremos, como lluvias torrenciales, lluvias gélidas, precipitaciones torrenciales, nieve, granizo, niebla, calor intenso, tempestades, vientos de arena y de polvo... Un ejemplo: puede simular temperaturas de -32 grados o calor extremo de hasta 55 grados. La instalación también está preparada para reproducir vientos o ciclones de 280 kilómetros por hora. «Podemos aportar respuestas a los nuevos desafíos científicos y técnicos», asegura Etienne Crépon, presidente del Centro Científico y Tecnológico de Edificios, que acoge el túnel.