Cuando el ser humano vivía a la intemperie, solo se oía el agua caer cuando había calma, ausencia de amenaza
30 ago 2018 . Actualizado a las 08:07 h.El rítmico y ligero sonido de la lluvia contra el cristal ayuda a dormir. Lo dicen los expertos, y echan mano de la evolución para entenderlo. Como Orfeu Buxton, investigador de desórdenes del sueño de la Universidad de Harvard, que se remonta a la prehistoria para encontrar una explicación: «En la época de nuestros antepasados, cuando todo se encontraba en calma, sin amenazas, lo único que podían escuchar eran los suaves ruidos de la naturaleza, como el viento, el agua y los pequeños animales, como pájaros o insectos. Estos sonidos no son una amenaza, por lo que ayudan a relajar a la gente. Es como si estuvieran diciendo ‘‘no te preocupes, no te preocupes, no te preocupes’’». Son sonidos silbantes y lentos, los sonidos de la calma y se conocen como ruido blanco.
Y la cronobióloga Naomi Rogers, del Laboratorio del Sueño de la Universidad de Sídney, alude a tres elementos biológicos que explican el efecto soporífero de la lluvia: el sol hace que el cuerpo humano deje de producir melatonina, la hormona del sueño, es decir, si está nublado o llueve el cuerpo no recibe la señal de que ha amanecido. El segundo factor es el olor de la tierra cuando llueve (denominado petricor), que se genera cuando el agua hace que se mezclen los aceites de los árboles con una sustancia llamada geosemin, producida por las bacterias del suelo; y a eso hay que sumar que con las tormentas se libera más ozono, un olor que para muchas personas evoca la limpieza.
Así que la unión de biología con la experiencia en la evolución y los cómodos y acogedores hogares modernos se traduce, en el siglo XXI, en la playlist de Spotify que tiene eltiempo.es, y que enlaza diferentes composiciones basadas en sonidos de la lluvia y el viento. En YouTube también hay numerosas alternativas, e incluso algunas pensadas para calmar a bebés que tienen una perrencha antes de dormir.