Mientras la configuración actual se mantenga, la lluvia seguirá ausente y la sequía será un poco más intensa
04 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La grave sequía que padece Galicia no ofrece ningún atisbo de mejoría. A este paso en poco tiempo abandonaremos la alerta actual y se activará el estado de emergencia, la situación más grave posible. Este riesgo aumenta cada día que pasa sin precipitaciones porque afrontamos la época del año más lluviosa del clima gallego. Y diciembre es un mes crítico para hacernos una idea de lo que puede pasar a medio plazo, ya que es nuestro aguas mil. «A medida que va avanzando el otoño el aire frío polar desciende en latitud. Las borrascas que nos afectan a nosotros se forman en la interfase entre ese aire frío polar y el más cálido de origen subtropical. En los meses de noviembre, diciembre y enero ese aire frío está más cerca de Galicia, por lo que las borrascas tienen más posibilidades de afectarnos. Dentro de ese trimestre, diciembre tiene la trayectoria de las borrascas perfecta para que nos puedan afectar de forma muy activa, ya que en enero el aire frío está demasiado cerca y contiene menos humedad que el cálido», explica Juan Taboada, de MeteoGalicia.
La media de precipitaciones durante el último mes del año en la comunidad se aproxima a los 185 litros por metro cuadrado. Aunque el agua no se reparta por igual en todas las provincias. «Galicia es una comunidad con una gran riqueza de climas, por lo que esta media se alcanza con valores que superan de forma ligera los 100 litros por metro cuadrado en Ourense y sur de Lugo, mientras que en la provincia de Pontevedra y suroeste de A Coruña se superan con claridad los 200 litros», añade Taboada.
Sin embargo, el escenario previsto para los primeros diez días no puede pintar peor. La lluvia aparece de forma muy tímida ante la contundente presencia de las altas presiones. «Los modelos no están siendo muy consistentes en sus pronósticos. Todo indica que podríamos tener algunas lluvias en la segunda mitad de la semana, pero no parece que vayan a ser muy cuantiosas ni muy continuadas, por lo que podríamos decir que, por lo menos a corto plazo, sí continuará el dominio anticiclónico», dice el meteorólogo.
Los mapas de presión, como el que acompaña al texto, hace tiempo que no muestran cambios. De forma muy destacada, con colores rojos, siempre aparece el anticiclón de las Azores sobre la península y ejerciendo una función de bloqueo frente a las borrascas, representadas en azul, que llegan desde el oeste. Mientras esa configuración se mantenga así, la lluvia seguirá ausente y la sequía será un poco más intensa.