Buenos Aires, capital de la Galicia ultramarina

Isaac Díaz Pardo

HEMEROTECA

15 oct 2017 . Actualizado a las 22:19 h.

Del millón y pico de compatriotas que han tenido que abandonar Galicia en la primera mitad de este siglo (un tercio de su población) Buenos Aires se quedó con cuatrocientos mil; por esto se le llama con toda razón la ciudad más grande de Galicia. En ella los gallegos se han organizado espontáneamente como biológicamente se organizan en la Galicia metropolitana, es decir: por parroquias y bisbarras naturales, núcleos cuyo origen esté posiblemente en los clanes célticos, y que no se sabe en nombre de qué absurdo, nunca se le ha otorgado personalidad jurídico-administrativa, con lo cual, a contrapelo del hecho natural, se estuvo trabajando en el semillero de nuestros problemas. Esta organización espontánea de nuestros compatriotas ha creado en Buenos Aires unas cuatrocientas sociedades homó­nimas de las tierras matricias de quienes las constituyen, muchas de las cuales están a su vez federadas en otras. El sistema provincial -afrancesado- lleva allí también su representación, pero como la emigración es principalmente campesina la Sociedad Provincial de La Coruña es la que menos importancia tiene, mientras que Lugo sostiene una poderosísima Sociedad con un patrimonio cientos de veces millonaria. Las agrupaciones que representarían a grupos a los que podríamos llamar puramente burgueses (Ferrol, La Coruña ciudad, Santiago, etc.) carecen prácticamente de significado. Por encima de todas estas Sociedades hay una entidad que para quienes la conocemos su solo nombre nos inspira respeto: el Centro Gallego de Buenos Aires. Esta entidad, mutual, cultural, benéfica, fundada hace cincuenta y ocho años cuenta hoy con 110.000 socios, siendo por tanto la agrupación más poderosa que jamás hayan hecho los gallegos dentro o fuera de Galicia. Algunos datos sobre ella serían estos, expuestos por aproximación: se gobierna por una Honorable Comisión Directiva, con un presidente munido de muy amplias facultades, ayudada por un alto número de representantes directos, todo lo cual se renueva cada cuatro años en limpios comicios que tienen como modelo el aplicado por la legislación de la República Argentina: voto secreto, cuarto oscuro, etc. Todos estos cargos no son rentables. A ellos van sus detentores, casi en el anonimato, por espíritu de servicio en una labor cooperativa y social, que, a pesar de todo, existe en el hombre. (....). Su organización implica un aparato considerable desde el momento que el Centro Gallego cuenta en su haber con la Institución Sanatorial más importante de Iberoamérica en la que trabajan unos doscientos médicos, con los más modernos equipos. Mediante el pago de una cuota mensual de 352 pesos argentinos (valor equivalente a 4 horas de salario mínimo) el asociado está cubierto sobre la atención de cualquier contingencia en su salud por muy complicada y costosa que sea, beneficio gratuito que sigue hasta un nicho individual en el panteón que el Centro tiene en la Chacarita (toda una amplia iglesia con recuerdos arquitectónicos románicos y esculturas de Asorey apoyada sobre tres plantas superpuestas subterráneas del mismo tamaño y cruciformes como la iglesia, en cuyas paredes se superponen los nichos y en uno de los cuales están los restos de Castelao). Otros beneficios disfruta el asociado entre los que se comprenden servicios jurídicos, biblioteca, teatro, etc. En la parte cultural el Centro Gallego está dirigido por una Comisión de Cultura, cuya elección, como corresponde, es indirecta, entre los más destacados intelectuales de la colectividad. La actividad cultural del Centro es importante y está dedicada íntegramente al estudio de Galicia. La revista, en huecograbado, del Centro está dirigida actualmente por Luis Seoane, y el año pasado lo estuvo por Eduardo Blanco Amor; éste residente actualmente en Galicia. Cuenta con una editorial que posee un copioso fondo y a la que es necesario acudir para conocer obras tan importantes de la cultura gallega como pueden ser las Obras Completas de Cabanillas o la «Galicia como tarea» de Paz-Andrade, el primero y más serio estudio económico que se ha hecho sobre Galicia en conjunto. Los importantes premios que anualmente reparte el Centro es otra tarea cultural que, por harto conocida, aquí parece innecesario reseñar. La preocupación por los estudios científicos sobre temas gallegos es constante y de su generosidad son testimonios varias instituciones culturales de Galicia, entre ellas nuestra Real Academia Gallega.

Esta es, a grandes rasgos, la magnitud del Centro Gallego de Buenos Aires, el cual constituye una institución ejemplar no solamente dentro de nuestra colectividad sino dentro de la gran nación argentina en la que constantemente es distinguida por sus gobiernos, quienes no le escatiman la atención de que es acreedora (...)