El «paso adelante» de Mina que no lo fue

La Voz VIGO

ZONA CELESTE

MANUEL BRUQUE

Año y medio después de marcharse del Celta, vuelve a Vigo por tercera vez como parte de un Valencia que vive un momento convulso a todos los niveles

12 ene 2017 . Actualizado a las 15:57 h.

En el verano del 2015 saltaba la sorpresa. Santi Mina dejaba precipitadamente un Celta que había finalizado La Liga en octava posición para enrolarse en las filas de un Valencia de Champions. Su despedida por carta y sus declaraciones recién llegado a su nuevo equipo dolieron a un celtismo que hoy le verá regresar a Balaídos por tercera vez. «No dudé ni un segundo en venir aquí, es un paso adelante», dijo entonces el canterano vigués, hijo del también excéltico del mismo nombre. Pero lo cierto es que año y medio después, aquellas palabras del delantero no han acabado de confirmarse.

Más allá del protagonismo individual del que sí ha ido gozando en el equipo -36 partidos y ocho  goles el curso pasado, que supuso su debut en Champions, y 15 y dos tantos en lo que va de este-, a Mina le ha tocado vivir desde dentro el que es probablemente uno de los momentos más convulsos de la historia del Valencia. La temporada pasada, el equipo cayó eliminado de la Liga de Campeones tras no superar la fase de grupos y aunque en la UEFA dejó fuera al Rapid de Viena, cayó a continuación ante el Athletic Club. No le fue mejor en Liga, con un duodécimo puesto y 16 puntos menos que el Celta.

En este tiempo en Valencia, Mina ha sido dirigido por cinco entrenadores diferentes. Cuando llegó estaba al frente Nuno, al que le tomó el relevo momentáneamente Voro para que a continuación cogiera las riendas Neville durante quince jornadas. Para la recta final de Liga llego Pako Ayestarán, que acabaría siendo destituido el pasado septiembre tras caer en los cuatro primeros partidos del presente campeonato. Le sustituyó de manera interina Voro, que vuelve a estar al frente tras el fugaz paso de Prandelli y acaba de ser confirmado hasta final de temporada. 

El equipo valencianista marcha en este momento la decimoséptima plaza en Liga, con un punto de margen sobre el descenso en una temporada en la que no participa en competición europea. «Hay que poner más cojones porque nos vamos a la mierda», declaraba el futbolista hace un mes. La Copa parecía una motivación a la que agarrarse, pero a falta de lo que suceda esta noche en Balaídos, el 1-4 de la ida no es a priori un resultado nada propicio para los intereses de los de Voro. El propio técnico declaró tras la ida que, después de ese marcador, la competición del ko no era para ellos.

El de hoy será el tercer regreso del atacante a Balaídos. En la primera ocasión, los suyos se llevaron el triunfo por 1-5 el 7 de noviembre del 2015. Casi un año después, el 6 de noviembre del año pasado, eran los locales los que se imponían (2-1). Las dos veces Mina recibió los pitidos de una afición viguesa que no entendió sus formas a la hora de dejar el club.