El excéltico, jugador del equipo en los 70, recuerda cómo le marcó su paso por Vigo
27 oct 2016 . Actualizado a las 15:37 h.El de Manuel Fernández Amado (Ferrol, 1950) es un caso único por ahora en la historia del Celta. Después de que él mismo y su hijo Manel defendieran la camiseta celeste, ahora es su nieto Manu el que lo hace como integrante de la cantera. Si sus dos descendientes tuvieron la oportunidad de escoger el Deportivo y se decantaron por Vigo es porque en su familia siempre se ha respirado un celtismo del que el ahora abuelo sigue haciendo gala casi 45 años después de su fichaje.
-¿Cómo fue su paso del Racing de Ferrol, donde se formó, al Celta?
-Estaba jugando un partido con el Racing, creo que contra el Valladolid y me quitaron en la primera parte. En el descanso me enteré de que era para que no me lastimara porque el Celta me quería llevar. Entonces hablaron conmigo del club, el presidente me transmitió que ellos tenían mucho interés en mí, que tenía que irme con ellos. Empezamos a hablar y me fui.
-¿Le cogió por sorpresa todo aquello?
-Sí, en ese momento, a mitad de temporada, era lo que menos me podía esperar. Pero jugar en el Celta siempre había sido una aspiración mía, de hecho me había venido el Deportivo y yo siempre había querido ir al Celta. Era un equipo que seguía, al que le tenía simpatía desde mucho antes de que me fichara.
-Además, en aquel momento era el conjunto que había disputado UEFA por primera vez unos meses antes.
-Sí, el Celta tenía en ese momento un equipo muy bueno y fueron unos años maravillosos en Primera también los que yo estuve. Se demostró que mi decisión había sido acertada y nunca me arrepentí de haberla tomado. Fue una etapa muy bonita de mi vida que recuerdo con mucho cariño, interesante para mí y creo que también lo fue para el club.
-Si echa la vista atrás, ¿qué partidos suyos como céltico le vienen a la cabeza?
-Siempre se te quedan más grabados los primeros, y mi debut fue en Granada -se refiere a un partido que terminó a ceros el 12 de marzo de 1972-. Por lo demás no soy mucho de acordarme de partidos concretos, pero también me acuerdo de una victoria 2-1 contra el Barcelona en Balaídos.
-Hablaba de los inicios. Su primer gol fue precisamente contra el Espanyol, que sería otro equipo que marcaría su carrera.
-La verdad es que eso no lo recuerdo. El que sí me marcó fue el que conseguí contra el Valencia, porque en ese momento iban a echar al entrenador, Dellacha, que era una persona fenomenal, un entrenador magnífico al que yo quería mucho. Aquel tanto me hizo ilusión marcarlo porque ganamos 1-0 y servía para que no prescindieran de él.
-¿Y su propia despedida del Celta cómo la recuerda?
-Fue triste, porque descendimos ese año y además me lesioné en el último partido de Liga en Las Palmas y eso me complicó un poco, pero son cosas del deporte y del fútbol. Acababa contrato y el club me quería renovar, pero llegó la oferta del Espanyol, nos interés a las dos partes y me fui allí.
-Permaneció en Barcelona durante seis temporadas antes de retirarse en el Castellón. Si hace balance, ¿qué papel juega el Celta en su carrera?
-Tuvo muchísima importancia. Fue el equipo que me dio la oportunidad de debutar en Primera y creo que supe aprovechar esa ocasión. Para mí fue algo muy especial y muy importante que marcó mi trayectoria futbolística y también mi vida.También me dio grandes amigos como Rodilla, Sánchez, Juan, Castro? Con la mayoría de ellos sigo teniendo contacto a día de hoy.
-¿Se considera celtista?
-Sí, claro. Sigo a todos mis exequipos. Aparte de que el Celta es un equipo que da gusto como juega, es muy bonito de ver. Sigo a los mayores desde siempre y ahora que está mi nieto, también a los pequeños. El Celta me tira mucho y me va a tirar toda mi vida.
-Se repite con su nieto -Manu Fernández Arroyo- la historia de su hijo -Manel Fernández Anidos-, que además llegó al primer equipo como usted.
-Sí, me ha hace ilusión ver a mi nieto vestir esa camiseta, sobre todo porque lo que quiero es que esté contento y él no dudó en que quería escoger el Celta, que era en Vigo donde quería jugar. Con Manel fue igual, a mí me costaba que se fuera, le decía que lo pensara, que podía haber alternativas, pero en realidad me hacía ilusión que también jugara en el equipo en el que yo lo había hecho.
-¿Qué le parece el Celta de Berizzo?
-Creo que el entrenador es extraordinario, lo hace de maravilla. Es un equipo que juega mucho con el balón, trabaja bien, presiona bien? Y me alegra mucho volver a ver al Celta en Europa.