Dos nuevas peñas con curiosos nombres se incorporan a la familia celeste
19 feb 2016 . Actualizado a las 18:42 h.La familia de las peñas celtistas sigue creciendo a ritmo de vértigo. Entre las viguesas más recientes se encuentran dos que han optado por nombres que invitan a llenarse el estómago: se trata de Churrascos Celestes y Celta Birras, dos colectivos que dan sus primeros pasos.
Celta Birras nace en la parroquia de Valladares. Un grupo de amigos celtistas habituales de Balaídos se juntaban cada vez con más asiduidad y decidieron que eso tenía que convertirse en el preludio de una nueva peña. «Levamos federados desde outubro ou novembro do ano pasado. Foi xurdindo a idea, convencémonos entre uns cantos e démoslle para adiante», cuenta su presidente, José Pazó.
Con miembros de todas las edades, el grueso de ellos está entre los 23 y los 30 años que se reúnen en un local para ver los partidos de fuera y que no faltan a Balaídos cada vez que hay partido. Entre sus proyectos, organizar más viajes como peña -Bilbao y Gijón son los posibles destinos- y seguir fieles al ritual que dio origen a su nombre. «Unha birra na previa sempre lle tomamos, así que engadíndolle 'Celta' para que se soubese que é unha peña celtista, era a mellor opción».
También Churrascos Celestes vive sus inicios como peña celtista, en su caso incluso pendientes todavía de federarse, aunque ya tienen decidido que lo harán en breve. «Esto surge entre un grupo de amigos del Celta a tope que en el año 2013 empezamos a juntarnos para hacer churrascadas, unos seis o siete», comenta uno de los fundadores, Pablo Álvarez. Pronto se pusieron a componer sus propias canciones «en plan de broma» y a hacerse notar en Balaídos, donde se ubican en Río Bajo. «Comenzamos con la tontería y la gente nos insistió en que por qué no hacíamos una peña». Y esa insistenica surtió efecto.
Actualmente los Churrascos rondan la treintena de integrantes, la mayoría de ellos con edades comprendidas entre los 25 y los 30 años y de todo Vigo, aunque los impulsores son de la zona de Balaídos. Su objetivo más inmediato es hacerse colectivo oficial y a partir de ahí empezar a organizar nuevas actividades que se sumarán a las churrascadas y a su presencia en Balaídos. «El nombre no hubo que pensarlo mucho, no», concluye Pablo.