El brasileño empató a balón parado para el Castilla en Barreiro
21 oct 2018 . Actualizado a las 22:17 h.Solo faltó el resultado, porque el Celta B realizó su partido más completo del año. Con y sin balón. Porque frente a la velocidad y la calidad del Castilla, incluido Vinicius y sus 45 millones, el filial céltico opuso colocación y anticipación en defensa y supo combinar control de balón con contragolpe. De esa definida hoja de ruta llegó el gol de Pastrana en la antesala del descanso, lo que provocó que el filial madridista diese un paso adelante en el segundo tiempo, aunque sin crear ocasiones de peligro. Solo lo hizo en dos faltas en la frontal del área y en el segundo intento Vinicius tapó su discreto día (Farrando lo anuló por completo) con un sutil golpeo que se coló por la escuadra de Iván Villar para empatar el partido antes de ser expulsado por una simulación candidata a una estatuilla.
El Celta B fue un catálogo del fútbol en el primer tiempo. Bien posicionado, eligiendo siempre la opción buena a la hora de mover el balón y reduciendo casi a la nada el potencial ofensivo de un rival que quería más control que juego y que solo tuvo una ocasión en la única vez que Vinicius pudo correr al espacio, pero tras superar a Iván Villar remató de cabeza y el balón salió fuera.
El Celta B, con Aarón creciendo cada día y con Iban Salvador incordiando, tuvo más ocasiones, gobernaba en partido desde una sala de máquinas en donde Rai actuaba de mariscal y Álex de escudero. Bajo su batuta llegó una clara ocasión para Pampín (que cada día perfecciona más su doble cometido), otra para Jacobo y un disparo envenenado de Pastrana al que respondió Luca Zidane, que ya no pudo hacer lo mismo cuando de nuevo Pastrana ajustó una volea a la escuadra tras una jugada elaborada de todo el ataque vigués.
El Celta B no bajó la guardia ni renunció a sus principios en el segundo tiempo, la única diferencia es que el Castilla estaba obligado a dar un paso adelante. Aun así, metió más miedo el tiro cruzado de Rai y una contra de Pastrana que detuvo Zidane que los balones colgados del filial madrileño, que solo avisó a balón parado. Primero Javi García y luego Vinicius empatando por toda la escuadra. Una falta que llegó precedida de uno de los pocos errores en la cobertura del cuadro de Rubén Albés.
Para entonces el colegiado ya había comenzado con su festival de tarjetas y poco después el brasileño vio la segunda amarilla por una clara simulación. El Celta B jugó los últimos minutos con uno más y Jacobo con un tiro cruzado y Pampín de cabeza tuvieron el tanto del triunfo, pero faltó puntería para que la mañana de Barreiro fuese redonda.
Ficha partido:
Celta (1):
Iván Villar; Farrando (Riki, min 74), Alende, Ros, Pampín; Rai, Álex Serrano (Molina, min 84), Jacobo, Pastrana; Aarón Rey e Iban Salvador (Solís, min 68).
Real Madrid Castilla (1): Luca Zidane; Sergio López (Fran García, min 54), Zabarte, Adrián, Javi Sánchez, Jaume, Alberto Fernández (Franchu, min 58), Seoane (Augusto, min 73), Cristo, Fidalgo y Vinicius.
Goles: 1-0, min 38: Pastrana. 1-1, min 82: Vinicius de falta directa.
Árbitro: González González (Comité Tinerfeño). Expulsó al visitante Vinicius por doble amarilla (min 85) y amonestó a Farrando, Alende, Rai, Jacobo, Serrano, Aarón e Ibán por los locales y a los madridistas Zabarte y Jaume.
Incidencias: Campo de Barreiro, con una excelente entrada.