El Celta y Claudio firman la tercera revisión de contrato en dos años

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

Las dos partes plasman sobre el papel el endurecimiento de la cláusula de escape del 2026, mantienen la caducidad en el 2027 y pactan un incremento salarial

10 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Claudio Giráldez llegó al primer equipo del Celta el 12 de marzo del 2023. Lo hacía, en principio, por diez partidos, pero, un mes después, el club anunció su renovación hasta junio del 2025. Mucho antes, en octubre del año anterior, se firmó el contrato que ahora acaba de ser revisado para dejar prácticamente sin efecto la cláusula de escape de junio del 2026, lo que significa la tercera revisión de su contrato en un período inferior a dos años. La fecha de caducidad se mantiene en el 30 de junio del 2027.

El acuerdo, que comenzó a negociarse en mayo y ahora ya está firmado, según confirmó el propio conjunto vigués, consta de tres puntos primordiales. El primero, que la opción para que cualquiera de las dos partes rompa de modo unilateral en el 2026 el contrato actual se ha endurecido en un grado superlativo, pasando de ser una cláusula de lo más asequible a requerir un importante desembolso. El segundo, que la fecha final del vínculo no varía en absoluto, y por lo tanto, a Claudio Giráldez le quedan esta temporada y la próxima al frente del club si no renueva antes. La tercera es de marcado carácter económico, y el matiz introducido en el contrato significa una revisión al alza de los salarios del entrenador y de su cuerpo técnico. Una manera de premiar el trabajo, el compromiso y el esfuerzo.

Sobre la mesa nunca estuvo la opción de ampliar el contrato, algo que ya dejó claro el entrenador en su día. «Esto no es una decisión unilateral de ninguna de las partes y creo que tampoco es bueno tener un contrato de muchísimos años. En el caso del entrenador estamos aquí por los resultados».

La firma es la plasmación de una negociación que comenzó el pasado mes de mayo y que se fue madurando a fuego lento, pero con las dos partes convencidas de llegar a un acuerdo. «Estoy donde quiero estar» fue el mensaje machacón del entrenador cada vez que el asunto salió a colación en alguna de sus comparecencias. Incluso cuando en el horizonte aparecía el Bayer Leverkusen interesado en su contratación.

Desde el Celta deslizaron una y otra vez que su deseo era alcanzar un acuerdo con el porriñés y desde la plantilla, voces autorizadas como Borja Iglesias pusieron en valor lo que significa tener a Giráldez en el banquillo. «Somos moi afortunados de ter a Claudio. Tanto el como o seu equipo traballan moitas facetas, pero tamén a parte persoal», señalaba.

La firma es todo un aval, porque al Celta no le tembló el pulso para mantener su hoja de ruta pese a que el equipo no ha sido capaz de ganar en la liga, porque tanto en la zona noble de A Sede como en el vestuario de Afouteza están convencidos de que remontarán hasta puerto seguro más pronto que tarde.

Claudio acumula en la actualidad 577 días en el cargo de entrenador del primer equipo y si cumple el contrato hasta el 2027, habrá superado la barrera de los 1.000 días, algo que solo hicieron a lo largo de los 102 años de historia del club otros nueve técnicos. En concreto, estaría 1.207, situándose como tercero en la historia por detrás de Víctor Fernández y Txetxu Rojo.

Esta apuesta sin ambages choca con los acontecimientos vividos en el club en las dos últimas décadas, en las que el cambio de entrenador era un hecho recurrente cada temporada. Este curso, pese al mal inicio de resultados, lejos de estar esa posibilidad sobre la mesa, lo que hizo el club fue redoblar su confianza absoluta en Claudio Giráldez, el principal valor del Celta.