Iago Aspas: «Duele la derrota, pero alguna vez tenía que llegar»

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

M.Moralejo

El capitán del Celta, que cree que mantienen las «aspiraciones inactas», resta importancia a su enfado en el cambio: «Es una anécdota, el calentón del momento»

12 abr 2025 . Actualizado a las 20:46 h.

El capitán del Celta, Iago Aspas, ha reconocido que «duele» la derrota frente al Espanyol que pone fin a la gran racha del equipo vigués, en especial, «después de la previa, con la gente y la gran ilusión que se había generado», pero asumiendo que «alguna vez tenía que llegar». Reconoce que no estuvieron bien y encajaron en «la primea que tenía» el rival. «Defendiendo en su campo en bloque bajo, nos ha costado crear y ellos han mandado dentro la otra que tenía», señalaba en referencia al 0-2.

El moañés admite que a su equipo le ha «costado hilvanar en último tercio», aunque en el segundo acto tuvieron «tres o cuatro ocasiones, y si no metes, es difícil darle la vuelta a un marcador adverso». Respecto a su enfado al ser sustituido, le restó importancia. «Es una anécdota, sin más, el calentón del momento. Iba perdiendo y quería estar en el campo, como los demás compañeros. Analizaremos por qué no estuve tan cómodo o no tuve tantas ocasiones».

A la cuestión de si se frenan las aspiraciones europeas teniendo en cuenta el calendario que les espera, dice que es «según cómo se mire». «A veces, prefiero jugar contra un grande que te viene a proponer que contra otro que espera atrás y viene a defenderse, a ver si caza una. Soy más de jugar contra los grandes, que vienen como tú, que con un equipo que viene a cerrarse y al que cuesta más crearle fútbol», zanjaba.

En declaraciones al club vigués, incidía en que no se habían sentido cómodos ante el bloque bajo planteado por el rival y que estaban dolidos por la derrota. «Hemos tenido una o dos antes de la que han tenido ellos y en la que se han puesto por delant; no hemos estado cómodos durante los 90 minutos. Con poco, nos han hecho mucho daño», valoraba. Pero también quería el moañés lanzar un mensaje en positivo. «Quedan siete jornadas, tenemos las aspiraciones intactas y con ganas de más».

Por último, como siempre, se le preguntaba por el celtismo: «Ya desde el final de la temporada pasada, hemos conseguido una comunión muy grande con la gente, esa alegría que nos transmiten en el día a día y cada vez que venimos a Balaídos, ese apoyo a los chavales. se está creando algo muy grande entre el celtismo y esperemos que nos dure mucho tiempo».