El equipo vigués visita a un rival cuyo técnico se juega la vida en este encuentro
30 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Espanyol se juega la vida (aunque sea en el mes de noviembre), el lucense Manolo González el puesto y el Celta la oportunidad de aumentar la distancia con el descenso, acercarse a Europa y romper con el estigma a domicilio, en donde solo han sumado 4 de 18 puntos disputados. Todo, en un clima de guerra civil con la masa social del Espanyol enfrentada a la propiedad china del club. De hecho, el jueves hubo una protesta ante el consulado chino en Barcelona con una pancarta que decía «Chen, go home». Para hoy, a la conclusión del partido está anunciando una nueva protesta.
En este contexto, ante un rival que ha ganado un partido de los últimos ocho, el Celta quiere pescar. Para conseguirlo, todo apunta a que Claudio Giráldez apostará por un once continuista, con Hugo Sotelo, Borja Iglesias y Williot Swedberg como probables novedades. El canterano tomaría el mando en la sala de máquinas al lado de un Ilaix Moriba que crece en cada partido, el compostelano daría el relevo a Tasos Douvikas en la punta del ataque y el escandinavo ocuparía el lugar de Jonathan Bamba, cuyo trabajo de presión en la primera línea es muy estimado por su entrenador.
«Es una realidad que tenemos que mejorar nuestros números fuera de casa. No estoy dando acuerdo con las sensaciones o con el juego, creo que muchas veces el resultado nos camufla para bien o para mal lo que pasa y lo que sucede en el terreno de juego y parece que el que gana hace muchas más cosas bien que el oponente o al revés», comentó Claudio Giráldez, consciente de que el crecimiento del equipo en la tabla pasa en gran medida por aprobar la asignatura pendiente. El desequilibrio con respecto a los resultados de Balaídos es notable.