Borja Iglesias: «Si yo me pongo un bolso y recibo insultos, quien quiera salir del armario tendrá miedo»
GRADA DE RÍO
El futbolista del Celta está disfrutando de su regreso a Galicia. A su casa, Santiago, pero también a las filas del equipo vigués
15 oct 2024 . Actualizado a las 16:10 h.Borja Iglesias (Santiago, 1993) está viviendo un gran momento. El delantero compostelano regresaba a una de sus casas, la que le vio crece futbolísticamente, para volver a vestir la elástica del Celta de Vigo. Y no solo eso: en su nueva vida en Galicia se ha establecido de vuelta en Santiago, donde vive con su pareja, María, y su mascota y además sorprende a sus vecinos recorriendo las calles de la capital de Galicia al volante de su Seat Panda.
Recién llegado de París tras el descanso por el parón liguero -«la comida no se puede comparar con la gallega»-, el futbolista ha concedido una entrevista a El Larguero de la Ser. Borja Iglesias ha podido de disfrutar de un fin de semana libre al no formar parte de la lista de la selección de Luis de la Fuente. Una convocatoria a la que renunció ya en el 2003 tras el caso Rubiales por el beso a Jennifer Hermoso. «Mucha gente piensa que me equivoqué, otros que no. Al final fue lo que sentí en ese momento, lo que me salió y estoy muy feliz con mi decisión. Obviamente jugar con la selección es lo más grande que hay. Para mí ha sido un lujo estar ahí, nunca se sabe lo que pasará en el futuro, pero creo que por ahora es difícil...», dijo a la que vez que aseguró que ahora mimo está «disponible».
Vida en Santiago
«Al final llevaba 17 años fuera y bajarme a tomar un café con mis amigos, tomar algo con ellos al salir de trabajar o poder juntarme con mi familia por las tardes creo que me suma mucho». Así ve el Panda su vuelta a casa, a Santiago, que se pudo hacer realidad al incorporarse a las filas del Celta esta temporada. La distancia entre Vigo y la capital de Galicia no le supone un problema. «Si fuese con el Panda tardaría más de 45 minutos. El coche está guay, pero como lleves la ventanilla bajada, no pasas de 100», explicó entre risas. «Para Santiago (el coche) es maravilloso, lo aparcas en cualquier lado, es la leche», continuó.
Sobre su regreso al Celta dice que «sintió mucha energía por parte del club» y que primó esa sensación de sentirse «bien». Un apoyo directo que notó por parte de Claudio Giráldez, su actual míster, pero también por parte de Iago Aspas. A eso se suma que se siente feliz y contento con el planteamiento de juego y los resultados de su equipo.
Siempre posicionado
Como es habitual, el gallego no ha esquivado polémicas y ha asegurado que hace tiempo se planteó cerrar sus redes sociales. «Cuando no soy como me gusta ser, también me pesa. Estoy siempre con esa batalla interna de posicionarme más o menos...».
Intenta no sentirse condicionado, pero sí recibió un aluvión de comentarios a favor y en contra cuando se mostró con las uñas pintadas o llevó un bolso. Un momento en el que recibió insultos y comentarios homófobos. «Si yo me pongo un bolso y genera ese malestar y tantos insultos, cuando alguien lo haga de manera natural, y debería ser lo más normal del mundo, y se vaya encontrando situaciones del estilo...supongo que dará miedo», explicó.
«Lo importante es que generemos el espacio en el que cada uno sea como quiera y haga lo que quiera. No haces daño a nadie», apuntó. También habló claro sobre el racismo porque cree que «en España hay contextos, como en todo». «Sí se viven situaciones de racismo. Generalizar y decir que el país completo es racista, pues no lo sé. Pero es cierto que se viven episodios y me apena», dijo.
Además, tras sus declaraciones de hace dos días en las que apuntó a que teme a «la extrema derecha porque no tiene límites», Borja Iglesias aseguró que le preocupa que «en el mundo de la política tienes que ser de uno o de otro». «Yo he votado a distintos partidos», sentenció.