El equipo vigués hizo diana en su único disparo a puerta en un partido táctico y muy exigente en el que le penalizaron las malas decisiones en ataque
30 sep 2024 . Actualizado a las 21:15 h.Aunque la estadística oficial del partido ante el Girona hable de dos remates del Celta a puerta (cuenta un cabezazo sin fuerzas de Tasos Douvikas), la realidad es que el equipo de Claudio Giráldez solo disparó en una ocasión en todo el partido y ese tiro significó el tanto del empate. Sucedió a los 80 minutos.
Porque el Girona fue el equipo que más rebajó los ímpetus ofensivos del Celta en todo lo que va de liga. Por su propuesta de juego y su clarividencia con el balón, pero también por las malas decisiones de los atacantes vigueses, que no se atrevieron en la mayoría de las ocasiones. Porque de los 548 pases (con un 87% de acierto) que dieron los célticos a lo largo del partido, fueron capaces de llevar al último tercio del campo 201 (casi 80 más que el acaudalado rival) pero cuando pisaban área, faltó elegir la elección correcta.
Les pasó a Alfon González y a Ilaix Moriba en el primer tiempo y a Willliot Swedberg y Douvikas, especialmente, en la segunda mitad. También alguna llegada de Mingueza se quedó a medio camino. Ninguno de ellos llegó a poner a prueba a Gazzaniga, cuyo único trabajo fue perder tiempo en el saque de portería y recoger el balón de Iago Aspas del fondo de la red.
Con todas las trabas tácticas que escondió el partido, el Celta solo pudo meterle el miedo en el cuerpo al rival con contragolpes y con rápidas salidas tras pérdida. Porque en esta ocasión, y por primera vez en casa, perdió la batalla por la posesión: 47,8% par los celestes frente al 52,8% de los gironís.
En el bando contrario, el Girona tampoco tuvo un partido fácil. Porque el rival le discutió el balón, puso a prueba su sistema defensivo y un equipo con tanta llegada y tanta pólvora solo fue capaz de disparar en cuatro ocasiones en todo el encuentro: en tres de ellas se encontró con Vicente Guaita y la cuarta fue el gol de Yangel Herrera a la media hora de partido. El tanto del venezolano significa que el Celta continúe sin ser capaz de dejar su portería a cero en esta liga después de ocho encuentros.
Con el empate ante el Girona, el Celta cierra la semana de tres partidos con un único punto, alcanzando los 10 en la clasificación, con cinco de margen sobre el descenso. El curso pasado, a estas alturas, el entonces equipo de Benítez sumaba cinco puntos (un triunfo y dos empates).