La víctima de Hugo Mallo rompe su silencio: «Lo intenté apartar y grité, pero nadie me escuchó»
GRADA DE RÍO
El exjugador del Celta ha sido condenado por un delito de abuso sexual tras tocar los pechos a una trabajadora del Espanyol en el encuentro que enfrentó a los celestes y pericos en Cornellá en el 2019
13 sep 2024 . Actualizado a las 13:49 h.Tras conocerse la sentencia que condena al canterano y exjugador del Celta por un delito de abuso sexual, la víctima de Hugo Mallo ha roto su silencio.
Carme Coma se ha pronunciado en las últimas horas sobre los hechos que tenían lugar el 24 de abril del 2019 antes del encuentro Espanyol-Celta en Cornellà-El Prat. La trabajadora del club catalán, que estaba vestida de periquita, la mascota de la entidad, denunció el que futbolista gallego le había metido la mano bajo el disfraz y le había tocado los pechos.
«Se ha hecho justicia», dijo anoche en una entrevista en Onda Cero. «Llevo cinco años con presión, vergüenza y miedo a que se supiera mi identidad porque soy una persona anónima. Estoy satisfecha porque por fin el juez ha acreditado que lo que a mí me pasó es veraz».
El excapitán del Celta ha sido condenado a una pena de 20 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros, a una indemnización de 1.000 euros por los daños morales causados y al pago de las costas procesales. Una suma total de 7.000 euros.
«Me he preguntado por qué me tengo que callar, por qué me tengo que esconder. Creo que tengo la responsabilidad de contar lo que ha pasado. Pero ha sido duro», relató Coma que dice que no se expresó antes porque quería conocer la decisión de la Justicia sobre el caso. «La gente tiene que entender que hacer ese tipo de cosas tiene que tener consecuencias», añadió.
En aquel momento, Carme llevaba diez años siendo la mascota del club, una afición que lleva en las venas. Pero aquel día algo cambió. «Tocar el pecho podía parecer una gracieta, una broma que queda impune pero me dije es que no puede ser», explicó sobre una situación sobre la que siempre tuvo claro que iba a denunciar. «Lo hice el día después».
«En ese momento me quedé en shock, lo intenté apartar y grité 'cabrón', pero nadie me escuchó porque estaba bajo el disfraz y en un estadio. Me dejó absolutamente chocada. No nos conocíamos de nada», relató a su vez en otra entrevista en la Cope en la que reflexionó sobre la actitud del futbolista.
«Estamos en 2024, todo este tipo de actos se deben ir erradicando porque son una agresión a las personas; además los futbolistas son referentes de muchos niños», sentenció.
La postura del jugador
Pese a que los hechos se remontan a hace más de un lustro, fue en enero de este año cuando salieron a la luz. Mallo los negó en todo momento, también en el juicio. Este jueves, el excéltico volvía a manifestarse tras conocer su condena. «Agotaré todas las instancias para defender mi inocencia», dijo en un comunicado.
«Reconocí que, al finalizar los saludos y dar la vuelta para dirigirme al centro del campo, mi mano pudo tocar la cintura de la periquita, negando absolutamente que se hubiera producido un tocamiento en los pechos de la mujer que ejercía de mascota», explicó.