El capitán se despide después de 14 años apuntando a la necesidad de nuevos retos, acusando el desgaste y dejando la puerta abierta a su regreso al Celta
10 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Su primera camiseta y su última camiseta en el estrado; el presidente Mouriño, al lado; sus allegados, en las primeras filas; con Iago Aspas y gran parte del staff, además de Marián Mouriño y el consejo de administración, y un montón de fotos recordando sus 14 años en el primer equipo. Ese fue el decorado en el que Hugo Mallo Novegil (Marín, 1991) puso fin a su etapa como celeste.
«Solo tengo palabras de agradecimiento. Gracias por confiar en un chaval de 18 años del juvenil en los tiempos malos que corrían. Espero haber estado a la altura durante todos estos años, eternamente agradecido», expresó Hugo Mallo, visiblemente emocionado en el momento de anunciar su adiós del Celta. «Para mí es un día triste, el peor día de mi carrera. Digo adiós a mi familia y mi casa, la que me ha visto día a día pelear. Sé que volveré», comentó abriendo la puerta al futuro.
Pero por el momento, toca cambiar de aires. «Es una decisión que estaba meditando desde hace tiempo. En enero hubo la posibilidad de salir —tuvo una oferta para irse a Brasil con Eduardo Coudet—, hablé con el club, pero no era el momento. También lo hacía para ayudar económicamente al club si necesitaba traer a alguien, pero me dijeron que no y durante estos meses, he ido meditando y viendo opciones».
La única posibilidad de que se quedase, hubiese sido en caso de descender a Segunda: «La situación deportiva no fue la mejor en este tramo final, solo quería dejar al equipo en Primera. Si nos quedábamos, la decisión estaba tomada; mi gente sabía que en caso de descenso, si el club quería, mi sí (a seguir) lo tenían».
Dejó ver que la exigencia de Primera División no le permitía disfrutar de la familia: «Este año venía de una lesión, me costó arrancar, ha sido un año duro para mí. Le he dado vueltas a lo largo de toda la temporada y me he dado cuenta cuando llegaba a casa y no era capaz de disfrutar de los míos. Busco lo mejor para todos».
El ya excapitán admite que necesita abandona su zona de confort en busca de retos: «Tienes niños, familia, buscas estímulos y creo que para mí mismo también es lo mejor», apuntando que a la hora de elegir destino, que sus hijos aprendan otra lengua es un dato a tener en cuenta: «Si los niños pueden aprender un idioma fuera, mejor». De momento, dice no tener destino y solo piensa en subirse a un avión el lunes para disfrutar de sus vacaciones. La despedida acabó con la entrega de un obsequio, con el abrazo del gran capitán Manolo, con un reguero de fotos y con un último aplauso celeste.
Mouriño: «Se va un jugador irrepetible, de los que quisiera tener cualquier equipo»
Hugo Mallo recordó su llegada a A Madroa, que Salva, ex jugador del primer equipo, fue su primer entrenador y al que le dijo un día que iba a jugar más partidos que él en el primer equipo. Acertó de pleno. «Te dije que iba a jugar más partidos que tú en el primer equipo y acerté», comentó con una risa pícara. El excapitán aprovechó ese momento para elogiar el trabajo invisible de cuantos técnicos y empleados del Celta trabajan en la sombra.
En su despedida, Mallo Novegil estuvo acompañado de Carlos Mouriño en todo momento. «Hay dos vertientes en este acto. Es un gran día porque despedimos a uno de los grandes y es un día triste porque se va uno de los grandes. Si alguien ha hecho grande a la cantera es Hugo, estuvo ahí siempre, en las buenas y en las malas con un profesionalismo propio de lo que es él», dijo del marinense Mouriño antes de calificarlo de «jugador irrepetible, de los que quisieran cualquier equipo».
Guiño a la cantera
El acto también tuvo un guiño a la cantera con la presencia de Manu Rodríguez Paz, un catoirense del juvenil A que habló en nombre de toda la factoría de A Madroa: «Es un honor estar aquí en representación de toda la cantera y poder dedicar unas palabras a nuestro capitán. Llevas muchos años representando los valores del club y eres un ejemplo para cualquier niño de la cantera».
Hugo Mallo le recordó al chaval que el primer día que subió a entrenar con el primer equipo le hizo un regate «porque te dejé», comentó entre risas. Sin el de Marín en el nómina del Celta queda libre ahora la puesto de primer capitán, pero nadie duda de que ese brazalete ya tiene destino en la figura de Iago Aspas, que ayer quiso arropar a su compañero y amigo