Gabri deja al Celta en Primera con dos goles al Barcelona (2-1)

GRADA DE RÍO

Óscar Vázquez

Dos goles del canterano permiten a los vigueses celebrar su centenario entre los grandes

05 jun 2023 . Actualizado a las 00:10 h.

Nadie sabe si Gabri Veiga estará en el primer partido de la próxima liga defendiendo los colores del Celta, pero pase lo que pase, el porriñés le hizo un favor inmenso al club vigués en uno de los momentos más delicados de la historia reciente de la entidad. El canterano adelantó a los vigueses en la antesala del descanso y marcó el 2-0 mediada la segunda mitad con un centro-chut. A falta de diez minutos Ansu Fati acortó distancias y convirtió el final de partido en una angustia que finalizó con una explosión de júbilo y con un grito de liberación.

Carlos Domínguez fue el bombazo del último once de la temporada. El canterano llevaba 17 minutos encima en toda la liga y estaba en barbecho desde finales de febrero, pero Carlos Carvalhal lo eligió como sustituto de Aidoo para el gran día y dejó en el banquillo a Renato Tapia. Su revolución en el once se completó con Óscar Mingueza como lateral derecho, con el regreso de Fran Beltrán a la base del juego y con Haris Seferovic recuperando la titularidad cuatro jornadas después.

El Celta salió con fuerza, especialmente un Gabri Veiga que recuperó parte de su esencia de la primera vuelta. Suyo fue el primer disparo para poner a prueba a Ter Stegen. Pero el Barcelona, con un once plagado de importantes, enseguida golpeó con un gol de Kessie, tras disparo mordido de Lewandonski que el VAR invalidó por fuera de juego. El aviso atenazó al Celta, que poco a poco fue reculando hasta situarse en bloque medio dejándole la posesión de balón al campeón. Aun así, Seferovic probó con un cabezazo inocente, Carles Pérez se mandó un esprint de 50 metros para rematar de la manera más inocente y Óscar no acertó con un tiro cruzado en una posición inmejorable. Claro que jugando al trote y al pie, el pichichi de la liga estuvo a centímetros del gol y un cabezazo de Kessie no cogió portería de milagro.

El fogueo se acabó a los 41 minutos en un robo de balón alto del Celta con control de Seferovic y asistencia para Gabri Veiga, que aguantó el forcejeo con el central y marcó de tiro cruzado haciendo inútil la estirada de Ter Stegen. Un gol que el delirio a un Balaídos abarrotado y las lágrimas de felicidad al rostro del canterano.

Xavi Hernández movió el banquillo culé en el arranque del segundo tiempo buscando dinamismo con Gavi, Ansu y Dembélé. El Celta se posicionó en bloque baja y buscó la velocidad de Carles Pérez para contragolpear por la derecha. El de Granollers envió un par de avisos y en el tercero abrió un balón desde el pasillo central para que Gabri Veiga buscase un centro chut que voló por encima de Iñaki Peña, que ya había sustituido a Ter Stegen, pegó en el palo largo y se convirtió en el segundo gol de los célticos.

Pero el Barcelona no se fue del partido y de una jugada nada común para los azulgranas llegó un centro de Dembélé y Ansu Fati acortó distancias con un certero cabezazo con once minutos por delante. Fue un tiempo interminable regado con otros seis de alargue con el Barcelona monopolizando el balón y atacando, aunque sin crear ocasiones claras. A la contra, Carles Pérez tuvo la última, pero el Celta centró sus desvelos en apuntarse al otro fútbol para quemar los segundos y celebrar una permanencia agónica.

FICHA DEL PARTIDO

Celta: Iván Villar; Mingueza (Kevin Vázquez, min. 67), Unai Núñez, Domínguez, Javi Galán; Fran Beltrán, Óscar Rodríguez, Gabri Veiga (Cervi, min. 71); Carles Pérez, Luca de la Torre (Tapia, min. 70); Seferovic (Iago Aspas, min. 77).

Barcelona: Ter Stegen; Koundé, Christensen (Gavi, min. 46), Sergi Roberto, Marcos Alonso; Eric García (Pablo Torre, min. 72), Kessié, De Jong; Raphinha (Dembélé, min. 65), Lewandowski y Ferran (Ansu Fati, min. 65).

Goles: 1-0, min 42, Gabri Veiga. 2-0, min 65, Gabri Veiga. 2-1, min 79, Ansu Fati.

Árbitro: Juan Luis Pulido Santana. Amonestó a Ferran Torres, Raphinha, Cervi y Tapia.

Incidencias: Partido disputado en el estadio de Balaídos ante 23.365 espectadores