El Celta rubrica una salvación agónica tras ganar al Barcelona (2-1)

La Voz

GRADA DE RÍO

Óscar Vázquez

Un doblete de Gabri Veiga sella la permanencia después de un curso con muchos problemas. La planificación de la plantilla, la gira americana y el mal inicio marcaron una temporada que tuvo un respiro en marzo y un emocionante final feliz

04 jun 2023 . Actualizado a las 23:08 h.

El Celta respira. El equipo celeste logró gracias a su triunfo ante el Barcelona (2-1) una permanencia agónica. Celebrada en una noche para el recuerdo en balaídos. Pero que deja muchas lecciones que aprender. 

Problemas de planificación, tardía confección de la plantilla, una gira americana con lo puesto, mal inicio, cambio de entrenador, modelo en entredicho y batacazo. Así se escribe la historia de la temporada del Celta, que vio brotes verdes tras el Mundial de la mano de Carvalhal, pero que volvió a las andadas porque el luso no supo cortar la sangría defensiva, ni dar un golpe de timón ni encontrar parches de emergencia cuando sus jugadores fundamentales bajaron el rendimiento. Tampoco ayudó el cambio de modelo y los líos en los despachos. Por fortuna, Gabri Veiga salvó un mal el último día, pero todo lo sucedido este curso debe servir para planificar el futuro inmediato.

PLANIFICACIÓN

Una revolución sin tiempo para encajar el puzle

Felipe Miñambres se fue de Vigo a la carrera y Luís Campos llegó en marchas cortas. La profunda renovación del plantel no se produjo con celeridad, sino que tras activar el plan renove con la venta de Brais, todo se fue cociendo a fuego lento hasta el punto que Coudet siguió pidiendo jugadores hasta última hora. Como ejemplo, Paciência llegó para el último amistoso y Larsen, con la liga empezada. Marchesín, también sobre la bocina.

LA GIRA

Dos partidos en América del Norte con el equipo en cuadro

Coudet se marchó a México y Estados Unidos en el mes de julio, a disputar dos partidos con el equipo en cuadro y para entrenar en Orlando un plantel a medio hacer. Swedberg, De la Torre y Óscar fueron los únicos nuevos que viajaron para medirse al Pumas en México y al San José en California. El club nunca desveló si la gira había sido rentable en términos económicos (hay serias dudas), pero en el futbolístico fue un desastre. Dos semanas fuera de casa con más actos que entrenamientos.

EL CASO DENIS

Mouriño cumple su amenaza y no volverá a jugar

Fue el pulso del primer semestre. Un año después de anunciar el órdago por el caso Bugarín (el alevín de la agencia de representación de Denis que se fue al Madrid), Carlos Mouriño cumplió su palabra y Denis Suárez no volvió a vestir de celeste. El de Salceda entrenó al margen, aunque hacía el trabajo físico con el grupo, y no contaba para el equipo por orden presidencial. Su ausencia, unida a la venta de Brais, mermó la calidad del equipo como denunció Iago Aspas en tres ocasiones. Denis no acabó saliendo hasta el final del mercado de invierno a cambio de 200.000 euros ya que la premisa era que dejara algún dinero en caja.

LA LIGA

El mal inicio habitual

La liga comenzó con el debate sobre el nivel de la plantilla y con malos resultados, algo ya habitual en los últimos años. Lejos de acelerar para subir de nivel, el Celta se quedó en el pelotón de los torpes desde el inicio. Tres victorias en la doce primeras jornadas acabaron con la era Coudet incluso antes de lo esperado. Para entonces, el Celta ya estaba metido en el lío de la permanencia.

EL CESE

Las diferencias con Coudet se plasmaron en noviembre

El penúltimo del año es el mes más peligroso para los entrenadores del Celta. Noviembre es el clásico para accionar la guillotina y el curso 22/23 no fue una excepción. Las diferencias entre la cúpula y Coudet eran obvias, apenas había comunicación, el técnico no escondía que el nivel de la plantilla había bajado varios peldaños y la solución fue despedirle a falta de dos partidos para el parón del Mundial. Fue tras la derrota de Almería y con el equipo ubicado en la décimo sexta posición a un punto del descenso.

CARLOS CARVALHAL

Reacción tras el Mundial y caída en primavera

A diferencia del 99,9 % de entrenadores, Carlos Carvalhal dispuso de una pretemporada en pleno noviembre y diciembre para moldear el Celta a su manera. Fue en el parón del mundial cuando el luso puso los cimientos para reflotar al Celta, algo que consiguió en el primer trimestre del año 2023, pero cuando todo parecía estabilizado, el equipo se atascó en el mes de marzo y el de Braga no fue capaz de cortar la sangría. Primero negó la evidencia, achacándolo a partidos puntuales y tirando de estadística de rendimiento, y solo cuando faltaban tres jornadas reconoció que la situación era preocupante. Sus palabras del sábado al finalizar la rueda de prensa previa al partido suenan a despedida pese a que le reste un año más de contrato.

IAGO ASPAS Y GABRI

La caída de dos bastiones

Durante muchos meses, el Celta vivió de los goles de Aspas y del empuje del emergente Gabri Veiga, pero el moañés dejó de marcar en marzo y en mayo volvieron sus problemas crónicos de espalda y el porriñés pegó una bajón propio de su edad y de los acontecimientos. Gabri era lo más parecido a Denis para el último pase y, además, aportaba llegada desde la segunda línea. Los dos sumaban 21 goles, más de la mitad de la producción del Celta y el equipo se quedó sin su principal suministro.

«No lo vamos a vender, nos lo van a comprar», la frase que marcó a Gabri Veiga

Mouriño anunció en marzo que no venderían a Gabri Veiga pero que se lo iban a comprar. Aquella frase marcó el inicio de la cuesta abajo del porriñés.

EL CASO GABRI VEIGA

«No lo vamos a vender, nos lo van a comprar»

La frase de Carlos Mouriño fue el principio del fin para el caso Gabri Veiga. Fuera por ese u otro motivo, el canterano comenzó a acusar una bajada pronunciada de rendimiento del que apenas pudo remontar un par de escalones. Lo que en aquella comparecencia de marzo se daba como una venta segura por el valor de su cláusula (40 millones) queda ahora en cuarentena después de lo visto en el último trimestre del curso. Durante este tiempo no hubo unanimidad en el mensaje sobre los pasos dados por el Celta: Mouriño dijo que no iban a buscar una ampliación de contrato con revisión de cláusula porque era imposible, y desde otras instancias del club, se indicó que se había intentando en varias ocasiones en balde.

LUÍS CAMPOS

Apuestas en cuarentena en un año horribilis par el luso

Mal en el PSG y en el Celta. El súper agente externo luso no tuvo su mejor año ni en el coloso parisino ni en el modesto vigués. Sus grandes apuestas, Swedberg y Larsen, todavía están en fase de cocción. El sueco apenas jugó un puñado de minutos testimoniales a lo largo de todo el curso y el noruego apunta maneras pero le falta gol par ser un delantero que haya costado 11 millones. Tampoco terminó de explotar Luca de la Torre y Paciência y Seferovic, los dos delanteros contratados por el luso no han solucionado los problemas de gol. Fue apagarse Aspas y hacerse la noche en la portería contraria.

Marcador, que abrió por primera vez, el foco de la discordia institucional

La grada de Marcador, que abrió por primera vez en la cita ante el Barcelona, acapara el foco de una discordia entre Celta y Concello, perpetuada en el tiempo. Tampoco el año deportivo dio soluciones pactadas a Tameiga.

LÍOS INSTITUCIONALES

Guerra permanente con el Concello y frente en Tameiga

El curso acabó con la grada de Marcador abriendo por un día, pero después de que Concello y Celta mantuviesen el último episodio de su cruenta guerra. El consistorio quiso abrirla incluso antes de que estuviera finalizada (Caballero apuntó al partido del 11 de marzo ante el Rayo) y el club apeló a la liga y a la falta de permisos para ponerla en funcionamiento. Fue la culminación a un año de continuas demoras en la finalización de la obra y de críticas entre las dos partes. Mouriño sigue dejando a día de hoy un asiento vacío entre él y el alcalde en el palco. De un modo paralelo, y pese al cambio de modelo en el proyecto de Mos, las diferencias con los comuneros de Tameiga, para la adquisición de terrenos para el campo del Celta B, siguen abiertas con la expropiación como telón de fondo.

INTERNACIONALIZACIÓN

Más pendiente de la expansión que del arraigo

Hace tiempo que el Celta tiene entre sus prioridades la internacionalización de su marca y en eso ha centrado parte de sus desvelos, pero crecer a miles de kilómetros le ha llevado a desatender a lo más próximo, lo que ha provocado un desarraigo. Las giras, la exposición mediática de su presidente y de los principales jugadores fuera de Vigo han chocado con el búnker de Mos, que solo se abrió al mundo cuando el equipo ya estaba con el agua al cuello.