El Celta persigue el segundo triunfo en Cádiz 35 años después

MÍRIAM V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

LA VOZ

Maté, Otero, Maric y Zambrano recuerdan la victoria en el Carranza en 1988

27 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ocho visitas del Celta a Cádiz en Primera y un único triunfo del que han transcurrido más de 35 años. Fue el 9 de marzo de 1988, miércoles, con goles de Manuel Zambrano, que anotó un penalti y falló otro, y de Zoran Maric. El marcador final reflejó un 1-2, ya que Zalazar redujo distancias a pase de Mágico González, la estrella de aquel equipo, como relatan los protagonistas de aquel encuentro.

Bajo palos en la meta visitante estaba Javier Maté, que recuerda que aquel estadio no era uno más. «El Carranza tenía algunas particularidades. Siempre había que pregunta por el viento, porque cuando hacía Levante, era horroroso. Como portero, me preocupaba especialmente», rememora subrayando que en ocasiones se volvía «ingobernable» y tenía influencia en el resultado, cosa que ahora ya no pasa. Además, no se le olvida que era un césped muy seco y que allí esperaba un rival «incómodo, aguerrido», en general sin mucha calidad, «salvo cuando estaba Mágico González», como era el caso.

Aquel Celta, además, miraba hacia arriba y con la victoria de hace 35 años, se colocaba quinto, aunque luego terminaría dos plazas por detrás. «Hace mucho tiempo de eso, pero me suena lo de los dos penaltis —uno marcado, otro errado—. Sobre todo, recuerdo que aquel año, el primero mío en el Celta, nos fueron las cosas muy bien y estuvimos peleando por Europa», señala. También comparte los recuerdos de Maté sobre las condiciones climatológicas. «Eran muy adversas, cuando soplaba el Levante, barría de una portería a otra y ellos sabían usarlo muy bien. Hacían que los equipos visitantes lo pasaran mal», de ahí que sacarles los tres puntos en su campo fuera todo un logro. De hecho, los únicos equipos aparte de los vigueses que vencieron allí esa campaña fueron Madrid, Barcelona y Zaragoza.

Jorge Otero, que completó los 90 minutos en aquel duelo para la historia, añade otro factor que tenía mucha influencia en un campo que califica como «mítico». «La afición se volcaba mucho con su equipo», recalca. Aquel día, habían acudido alrededor de 12.000 espectadores y el contragolpe había sido decisivo, detallaba la crónica de La Voz: «El Celta con veloces internadas, conseguía que sus jugadores se plantaran con facilidad ante Bermell», el meta local.

Zoran Maric, que marcó el segundo a los 42 minutos, dice tener imágenes muy nítidas de aquel encuentro, en el que anotó uno de sus cuatro goles de aquel curso. «Marcamos Zambrano y yo. Me acuerdo perfectamente. Era una victoria muy importante para el equipo en ese momento», señala sobre el cuadro que dirigía en ese momento Maguregui, aunque quien acabaría la temporada iba a ser Pepe Villar, el técnico interino de los célticos por excelencia. «Los campos no eran, ni de cerca, tan buenos como los de ahora y viajes como aquel eran muy largos, palizas», señala el serbio.

La crónica del partido agrega que el gol del Cádiz no hizo temer por el resultado, pese a que llegó con todavía media hora por disputarse. «No afectó en nada, porque la defensa gallega estuvo muy segura, mientras sus delanteros, sobre todo Maric, llevaron el peligro al marco cadista y a punto estuvieron de lograr una más amplia ventaja», precisaba. José María Maguregui, por su parte, subrayaba que su equipo podía haber ganado «por un mayor tanteo» y consideraba justo el triunfo.