Un momento extraño y difícil de explicar, pero bonito de vivir

Patxi Salinas

GRADA DE RÍO

BENITO ORDÓÑEZ

Unai Núñez regresa por primera vez a San Mamés con el Celta como le pasó a Patxi Salinas hace 30 años

17 may 2023 . Actualizado a las 19:54 h.

Me acuerdo perfectamente de la primera vez que me enfrenté al Athletic Club con el Celta en San Mamés después de haber terminado mi etapa allí y me imagino que será parecido a lo que ahora le toca vivir a Unai Núñez este sábado. Fue un día muy especial para mí, un partido emotivo, diferente e incomparable a todos los que había jugado con el Celta hasta ese momento —fue en la jornada 23, en febrero de 1993—.

Sentía que volvía a mi casa, suponía reencontrarme con mi familia, con mis amigos de siempre, volver a ver a la gente que siempre me había aplaudido y había estado conmigo, pero en el que ahora era el equipo rival. De pronto, te ves enfrente, y es una sensación rara, extraña, distinta a cualquier otra y tremendamente atípica. No tiene nada que ver con lo que has vivido hasta ese momento y cuesta imaginarte cómo va a ser.

En mi caso, ya los días antes, había sido una semana con mucho ruido, te llama la prensa, los amigos. Los del colegio de siempre bromean con que te tienes que dejar ganar, que tú eres del Athletic. Pero por otra parte, tú eres un profesional y estás superconcentrado, teniendo presente que has fichado por un equipo y tienes que hacerlo lo mejor posible.

Aquel partido me salió muy bien, de hecho ganamos con 0-1 con un gol de Vlado Gudelj y era la primera vez en la historia que el Celta ganaba en San Mamés. En ese sentido, fue francamente bueno para el club. En lo personal, además, tuve la suerte de que tanto al inicio del calentamiento como cuando dijeron mi nombre en las alineaciones, la gente me aplaudió mucho, me recibieron muy bien y me sentí como en casa. Fue un momento muy especial y emotivo para mí que guardo con mucho cariño.

Me imagino que Unai va a sentir este fin de semana algo parecido a lo que sentí yo. Es muy complicado explicarlo con palabras, poder expresar lo que has sentido. Es un momento bonito para vivirlo, sobre todo cuando te reciben con los brazo abiertos. Si la acogida fuera otra, ya sería diferente, pero para mí fue una vuelta fantástica.