Aumentar los años y la cláusula deberían corresponderse con una importante subida salarial para evitar que la justicia pudiera considerar abusivo su precio
15 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta no revisará el contrato de Gabri Veiga y, por lo tanto, la cláusula de rescisión seguirá siendo de 40 millones de euros. El motivo es que subirla implicaría un cambio importante en la masa salarial, seguramente inasumible, y en caso de aumentar de un modo desorbitado la cláusula de rescisión manteniendo una remuneración media para la escala salarial del club vigués, podría ser tumbada por un juez. Ya hay precedentes al respecto en la jurisprudencia española.
El porriñés ha despertado el interés de gran parte del fútbol europeo con una irrupción sin igual en la élite con 20 años. El pasado mes de enero cambió su ficha del filial por la del primer equipo con la consiguiente revisión de un contrato que había sido firmado la primavera pasada. Menos de un año después, los 40 millones se antojan una cuantía corta para el nivel del futbolista, pero el Celta no moverá ficha, aunque su deseo es seguir contando con el jugador el mayor tiempo posible.
No obstante, descarta ampliar los términos del contrato. Aun si contase con el beneplácito del jugador, más años de vinculación (finaliza en el 2026) y una cláusula mayor significarían un importante desembolso económico, que debería tener correspondencia con esa cláusula, lo que alteraría la escala salarial, el tope pactado con la LFP y la estricta política financiera del propio club, que siempre ha apostado por la mesura. De lo contrario, en caso de apostar por una cláusula muy grande con un sueldo relativamente normal para el fútbol, hay precedentes de que un juez pueda echar abajo el movimiento.
La sentencia del caso Iban Zubiaurre, canterano de la Real que se fue al Athletic en el 2017, es un claro ejemplo según se deduce del autor del juez Xavier González: «La cláusula de rescisión es abusiva. Zubiaurre ganó la pasada temporada un total de 98.141,60 euros. Con estos ingresos, la cifra de treinta millones es abusiva. Es impensable que un jugador de 22 años, por muy bueno que fuera, pudiera abonar treinta millones. Es notorio que estas cantidades solo se han pagado por las grandes estrellas», indicaba, condenando a los vizcaínos y al jugador a pagarle cinco millones a los txuri-urdin, muy por debajo de los 30 que reclamaba la cláusula tras una ampliación unilateral de los donostiarras.
