El Concello de Vigo abona al Celta una ayuda de 295.000 euros por orden judicial
GRADA DE RÍO

El gobierno local aprueba la transferencia sin intereses de demora
09 ene 2023 . Actualizado a las 11:41 h.El Concello acaba de cumplir una sentencia firme que le condena a abonar al Celta una subvención de 295.000 euros que le había denegado en 2019. La Junta de Gobierno Local ha dado recientemente el visto bueno a la transferencia bancaria sin intereses de demora. El gobierno municipal se vio obligado a tramitar un expediente de modificación presupuestaria para poder reunir esta cantidad y continuar con la tramitación administrativa hasta obtener la liquidez necesaria.
El club celeste ve satisfechas de esta forma las expectativas de cobro de una subvención nominativa que estaba contemplada en los presupuestos municipales de 2019. A pesar de que era una partida que ya estaba reservada para este fin, el gobierno municipal se la denegó tras empeorar la relación entre el alcalde, Abel Caballero, y el presidente del Celta, Carlos Mouriño.
La administración local se armó de informes de funcionarios de alto rango para justificar la decisión política de no ayudar al Celta. Así, cuando la entidad deportiva pidió el abono de la ayuda para financiar el proyecto deportivo de 2019, aportando una memoria explicativa, el Concello la rechazó. Mouriño insistió en junio de 2020, apercibiendo a los responsables municipales de que, en caso de no ser tenida en cuenta su petición, procedería a presentar un recurso contencioso administrativo.
El informe jurídico que firmaba la secretaria de administración municipal concluía que la consignación en los presupuestos de una subvención nominativa no implicaba una obligación de pago. El Concello interponía una traba administrativa al Celta: una previa tramitación de un procedimiento de concesión que generaría, en caso de resolverse favorablemente, el derecho de cobro al beneficiario. Como no constaba en el expediente ninguna resolución de la concesión de la subvención o un convenio, ni facturas justificativas de pago, la administración local se aferraba en no pagar la ayuda al Celta. De esta forma, el informe de la secretaria municipal fue negativo.
El interventor también emitió un informe desfavorable por el mismo motivo. Consideraba que el Concello no estaba obligado a pagar una subvención al Celta, pese a haberla contemplado en sus presupuestos.
La Junta de Gobierno Local adoptó el 23 de julio de 2020 el acuerdo de denegar la ayuda a la Fundación Celta. A Carlos Mouriño no le quedó más remedio que recurrir a la vía judicial. El Concello perdió el juicio en primera instancia. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Vigo estimó la demanda y consideró que no se ajustaba a derecho la denegación de la concesión de la subvención. Por lo tanto, estimó el recurso del Celta y ordenó la retroacción de las actuaciones en el expediente para resolver la concesión de la subvención. El Concello presentó un recurso de apelación, pero el TSXG confirmó la sentencia condenatoria y le impuso las costas hasta un límite de 1.200 euros.
Ejecución
La Junta de Gobierno Local tomó conocimiento de la sentencia y la remitió al servicio de Deportes para su ejecución. Para poder cumplirla, incoó un expediente de modificación presupuestaria, que fue aprobado inicialmente en el pleno en noviembre del año pasado. El concejal de Deportes emitió una resolución para retomar la tramitación administrativa, con el fin de cumplir la sentencia. El Concello verificó la documentación presentada por la Fundación Celta y requirió a la entidad que complete la documentación que fue aportada en su momento.
La subvención era para la promoción del fútbol base de la temporada 2018-19. Se orientaba a la dinamización, dirección, coordinación y gestión de las categorías inferiores del Celta, que contaba con equipos en las competiciones de mayor nivel nacional y autonómico, como las ligas de división de honor juvenil y cadete o la liga gallega infantil primera autonómica. Además compitieron en algunos torneos a nivel nacional y en países como Dubai, Portugal, Corea del Sur, Japón, Francia, México o Turquía.
Además de estas actividades, hay que añadir la participación de jóvenes promesas en las diferentes categorías de las selecciones nacionales. En el ámbito internacional, también destacó el refuerzo de la Fundación Celta para la apertura de escuelas de formación en diferentes países, como Rumanía, México o Perú. Son proyectos para los que el club celeste ya había realizado una previsión de gasto en función de la ayuda que iba a recibir del Concello de Vigo.
Una subvención ya comprometida en los presupuestos que Caballero denegó a Mouriño
Al Concello no le ha quedado más remedio que pagar los 295.000 euros de subvención al Celta porque ya estaban consignados en los presupuestos de 2019. Según el juez, la subvención es «un mandato para el poder ejecutivo, que no puede quedar a la voluntad de este de convocarla o no. El interesado tiene derecho a que se inicie el procedimiento de concesión, lo que no ocurre con las subvenciones de concurrencia competitiva», señala la sentencia.
La negativa a pagar, hizo que el presidente del Celta escribiera una dura carta al alcalde acusándole de haber traicionado el principio de confianza. Le reprochaba haber inducido a la Fundación a creer que iba a cobrar los 295.000 euros, por lo que el club celeste adaptó sus gastos contando con ese ingreso. Al ver que no cobraba, en el Celta se sintieron defraudados.
Desencuentros
La negativa del gobierno de Vigo de ayudar al Celta se enmarca en una lista de desencuentros entre Abel Caballero y Carlos Mouriño. Ambos responsables comenzaron a distanciarse tras la negativa del Ayuntamiento al plan de viabilidad para la construcción de una ciudad deportiva con un complejo comercial. Un informe municipal echó abajo el proyecto al considerar que perjudicaría al comercio de la ciudad y porque el Concello tendría que asumir parte del gasto de las infraestructuras. Para Mouriño, esta decisión fue un boicot a su megaproyecto y buscó el desarrollo de su iniciativa en Mos, donde la alcaldesa, la popular Nidia Arévalo, lo recibió con los brazos abiertos. La reforma del estadio de Balaídos también ha sido motivo de desavenencias. Mouriño quiso comprar el estado, pero Caballero se negó e impulsó la reforma grada a grada.