La presión añadida del centenario

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

RC CELTA

Osasuna, el próximo rival, vivió una situación similar a la que perturba al Celta en la temporada que cumplió 100 años con el fantasma del descenso acechando

01 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Vivir en el sótano clasificatorio siempre es un factor de presión añadido, pero hacerlo en la antesala de cumplir 100 años dispara ese aspecto. El Celta lleva once temporadas seguidas en Primera cumpliendo el precepto de su presidente, Carlos Mouriño —«prefiero 10 años en Primera que uno en UEFA»—, pero a la necesidad de mantener la categoría por razones económicas y deportivas obvias le añade ahora la celebración de su centenario, cuyos actos se desarrollarán a lo largo del año 2023 y, en especial, a partir de agosto, cuando se cumpla la efeméride. Por eso, seguir un décimo segundo año en Primera se hace más necesario que nunca.

Curiosamente, cuando el grado de preocupación con la situación del Celta alcanza su punto álgido, su visitante del próximo sábado, el Osasuna, vivió una situación parecida de la que salió airoso. A diferencia de los celestes, fue en el propio año del centenario de los navarros. Con Jagoba Arrasate en el banquillo, con el excéltico Oier Sanjurjo como capitán y con muchos nombres que permanecen hoy en el seno de la plantilla, el cuadro navarro comenzó la temporada 20/21 con la intención de tener un año tranquilo y celebrar por todo lo alto su siglo de historia.

Sin embargo, un mal arranque torció la temporada. Los rojillos alcanzaron la jornada número 12 (la disputada el pasado fin de semana) con los mismos once puntos que tiene el Celta en la actualidad y en posiciones de descenso (eran decimoctavos). Igual que el conjunto de Eduardo Coudet en el actual ejercicio, también habían ganado tres partidos (uno de ellos, el día de su propio centenario: 1-0 al Athletic) y perdido siete, con dos empates.

La situación no mejoró para los navarros a lo largo de la primera vuelta, que terminaron en zona roja con 16 puntos merced a cinco empates (no ganaron en todo ese trayecto). Pero al inicio de la segunda vuelta salieron por primera vez del descenso (con la victoria ante el Granada: 3-1) y en poco tiempo ya se estabilizaron en la mitad de la tabla para terminar viviendo un final tranquilo. Acabaron el curso con 44 puntos, en la undécima posición.

Una de las apuestas de aquel Osasuna que corrió el peligro de vivir un centenario de infame recuerdo fue mantener a Jagoba Arrasate en el cargo pese a que los inquilinos del Sadar estuvieron 13 jornadas sin ganar. Desde el triunfo en octubre ante el Athletic hasta enero del 2021 con el Granada, ambos partidos como local.

Jagoba, intocable

«Jagoba es nuestro capitán y con él iremos hasta el final. No sé si el barco llegará a buen puerto o no, pero con el mismo capitán. Y si nos hundimos, nos hundimos todos», comentó en aquellos momentos convulsos el gallego Braulio Vázquez, que ejerce de director deportivo del conjunto osasunista.

La situación del Celta no es tan grave, pero guarda ciertas similitudes. El año del centenario, como no podía ser de otra manera, está marcado en rojo, y aunque en un principio en el seno del club se apostó por comenzar con las conmemoraciones a lo largo del presente ejercicio, finalmente la cúpula decidió concentrar todos los fastos en el 2023, pero a nadie se le escapa que a día de hoy, la mayor celebración sería celebrar un año más en Primera del modo más tranquilo posible, aunque eso pueda provocar a día de hoy una presión añadida. «El objetivo es igual que el año pasado, la salvación sin sufrimiento», recordó Coudet un par de semanas atrás.