Aspas marca cinco goles en el epílogo de pretemporada del Celta

x.r.c. VIGO

GRADA DE RÍO

XOÁN CARLOS GIL

Paciência, que disputó sus primeros minutos sin entrenar, redondeó la cuenta ante el Al Shabab: 6-0

06 ago 2022 . Actualizado a las 22:21 h.

Iago Aspas llega a la liga con la puntería afilada. Esa es la mejor noticia para el Celta a una semana vista de recibir al Espanyol. Porque el 10 redondeó su pretemporada marcándole cinco goles al Al Shabab en el Memorial Quinocho para cerrar la pretemporada anotando ocho de las nueve dianas celestes. La novena la firmó Paciência en su debut. El luso fue otra buena noticia que deja el epílogo del verano, por su gol y su juego. No obstante, el 6-0 no puede tapar que al Celta le queda un mundo para funcionar como bloque: la presión está por ajustar y los árabes crearon cierto peligro en el primer acto.

El protagonista indiscutible del partido fue el moañés. Para comenzar, y después de tanta soledad, al fin encontró un socio en el último partido de pretemporada. Gonçalo Paciência saltó a Balaídos en el once titular sin realizar un solo entrenamiento tras firmar su contrato y 29 minutos después de enfundarse la celeste por primera vez, se estrenó como goleador. Con un excelente tiro colocado, con rosca incluida, al segundo palo aprovechándose de la indecisión de la zaga saudí tras una caída de Cervi.

El gol fue la mejor tarjeta de presentación del luso, que además tuvo incidencia en los dos goles que Iago Aspas marcó antes del descanso. El primero fue con un tiro cruzado tras un balón que le llegó rebotado de un defensa (que impidió el remate de Paciência) y el segundo, con una volea a la que no pudo llegar el portero del Al Shabab.

Pero el festival Aspas no se detuvo en el entretiempo y en el segundo acto marcó los tres que firmó el Celta ante un rival que incluso acaba perdiendo tiempo para evitar más sangría. Los saudíes apenas pudieron superar la presión del Celta en un par de ocasiones.

El 4-0 demostró parte del repertorio del moañés. Salió de su zona hacia la banda derecha para asistir con un taconazo a Óscar Mingueza (que debutó jugando media parte como lateral) y tras combinar con el catalán, apareció en el área para marcar con un zurdazo. El quinto y el sexto fueron tan seguidos como parecidos: asistencia del debutante Fran López dentro del área y disparo de primeras del 10 para cerrar un verano pleno de gol.

La goleada y el plácido partido a una semana vista de recibir al Espanyol, sin embargo, no pueden tapar las carencias del Celta. El equipo todavía está lejos de sincronizar la presión (algo lógico teniendo en cuenta la revolución y la llegada paulatina de efectivos). Ese hándicap lo aprovechó en los primeros minutos Éver Banega para montar contragolpes que provocaron más de un agujero en la dubitativa zaga celeste. El incendio más grande lo desbarató Marchesín, también debutante, ganándole el uno contra uno al oponente en la única intervención que tuvo que realizar en un partido de guante blanco. A partir del sábado, las balas dejarán de ser de fogueo, pero el Celta, como en los últimos años tiene un arma letal.