—¿Qué nombres propios destaca en la gran temporada de este Celta?
—Todo el mundo ha estado a un nivel alto; si no, es imposible llegar a donde hemos llegado. Siempre llaman la atención los que están más cerca de la portería, o gente como Tincho (Conde), que siendo lateral, ha hecho muchos goles, y Sotelo o Hugo Álvarez, que están con el primer equipo, Yoel (Lago)... Pero sin los números de Jesús (Ares); la aportación de Antañón o Penela; el nivel día a día de Meixús, Damián, Manu (Fernández), los porteros, De la Iglesia con un final muy bueno, Fer López con con una segunda vuelta brutal... Todo el mundo ha tenido sus momentos, incluso gente que ha participado menos como Rubio (Javi Labrada), Diego (Rodríguez), Javi (Rodríguez)... Podría nombrarlos a todos. Los equipos se construyen así, de la suma de niveles individuales.
—Llama la atención la aportación goleadora de Aitor Mañas, llegado en invierno.
—¡Sabía que no me iba a acordar de todos! Llegó para darnos algo que no teníamos con la baja de Compa (Álex Comparada) -que lo hemos echado de menos en muchas fases de la temporada-, igual que a Breo (Sío). Tobías (Reclusa) ha estado muy bien, y gente del B como Tato, Santos... Mañas era el delantero de referencia que nos faltaba y nos da presencia física en el área que no teníamos.
—El equipo ha tenido en Liga 23 goleadores distintos. ¿Qué le dice el dato?
—Hablamos hace poco que faltaban dos o tres y Diego (Rodríguez) metió el otro día al Pabellón. Con ficha del A solo falta Breo, que estuvo lesionado. A lo mejor puede entrar con el Pontevedra y sería bonito que pudiera hacer gol. También muchos del B que han participado han anotado. No hemos tenido un jugador de 30 goles, ha sido una suma de mucha gente y demuestra lo que decía: la unidad y que todo el mundo ha tenido su momento. Nos llena de orgullo, pero es una anécdota.
—¿Qué objetivo se marcan para la Copa de Campeones?
—Disfrutar de cada partido. Tiene mucho mérito llegar y competir contra los mejores de España. Tenemos que ser conscientes de que somos el Celta y no podemos competir en presupuesto de cantera ni en captación con la mayoría de los rivales de ese torneo. Toca vivir la experiencia y soñar es gratis. No tenemos ninguna cortapisa para mirar hacia arriba, pero lo primero es disfrutar de los cuartos.
—¿Llegará a tiempo Hugo Sotelo?
—Ya llegó muy justo a la Copa del Rey por un problema en la planta de pie y en los dedos. Estamos intentando recuperarlo para que pueda llegar a la Copa de Campeones y a ver si podemos.
—¿Les queda algún incentivo para esta última jornada de liga antes de ese torneo?
—Le daremos una vuelta para buscarlos. Queremos irnos con buena sensaciones, ganar el partido, que es el último en casa de la temporada. Daremos oportunidades a algún jugador del Juvenil B que está haciendo bien las cosas y servirá también para repartir esfuerzos y llegar todos bien al fin de semana siguiente.
—¿Ve a muchos de sus jugadores preparados para dar el salto al B o al C Gran Peña?
—Totalmente. La gran mayoría demuestran en el día a día que están preparados para llegar al fútbol profesional. Evidentemente, es difícil dar el salto ya, pero si se confía y se les da la oportunidad, están demostrando que tienen nivel.
—Un buen puñado de sus futbolistas acaban la etapa juvenil. ¿Cómo se presenta la próxima temporada de reconstrucción -si continúa, como todo hace pensar-?
—Tengo un año más de contrato y supongo que seguiré, pero hasta que acabe la temporada, nunca sabes lo que va a pasar. Aun así, el Juvenil B ganó la liga también y hay muchos jugador de segundo año e incluso de primero que ha participado con el Juvenil A. El Celta tiene garantías de tener siempre buenos equipos.
—¿Sigue de cerca al Gran Peña, al que entrenaba la temporada pasada -ahora segundo filial del Celta-?
—Sí,y confío en que va a ascender. Lo tiene en su mano: tiene que ganar al Barbadás en Ourense y, en caso de empate, sacarlo en casa en la última jornada. Tienen nivel para ello, han hecho una temporada de menos a más y tiene jugadores que llaman a la puerta del B. Ojalá lo consigan. Por mi pasado allí, porque son del club y porque tengo muchos amigos en el cuerpo técnico.
—¿Le ha sorprendido la explosión este curso de Miguel Rodríguez en el Celta?
—No, porque lo entrené, lo conozco y sé de su potencial. Quemó etapas demasiado rápido y quizás le hacía falta tiempo en el Celta B para madurar y asentarse, porque el nivel lo tiene. No hay que tener prisa con los jugadores, hay que darles su momento. Está llamando a la puerta del primer equipo y tenemos la esperanza de que pueda llegar.
—Aún es juvenil. ¿Llegaron a plantearse que bajara para la Copa del Rey o en algún otro momento puntual?
—No soy partidario y el club tampoco. Si está jugando y rindiendo en categorías superiores, cuanto más arriba esté, mejor. Hay jugadores en el juvenil que han hecho méritos para disfrutar de estas oportunidades y Miguel es importante para el Celta B.