Denis se despide de su casa

X. R. C. VIGO

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Dos años y nueve meses después de estrenarse ante el Real Madrid, el canterano jugará esta tarde su último partido con el Celta en Balaídos

15 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Denis Suárez (Salceda, 1994) saltó a Balaídos vestido de celeste por primera vez el 17 de agosto de 2019 en un partido ante el Real Madrid y esta tarde, dos años y nueve meses después, y tras haber pisado el césped como local en 48 ocasiones, lo hará por última vez. El canterano del Celta es el primero de una lista con media docena de celestes que ponen punto y final a su estancia en el conjunto vigués, aunque algunos de ellos, como Nolito y Jeison Murillo, no podrán decir adiós vestidos de corto. El sanluqueño sí será objeto de un homenaje a la conclusión del encuentro.

Las despedidas siempre son tristes, pero la de Denis Suárez, además, será abrupta y difícil de entender. La grada dejó claro hace siete días que lo quiere en el Celta, Coudet siempre ha sido su principal valedor y el futbolista (que tiene contrato en vigor) se quiere quedar, pero Carlos Mouriño le ha mostrado la puerta de salida y no hay marcha atrás. Desde el mes de agosto tiene puesta la cruz y en este caso, el tiempo no lo cura todo.

Lo que ha hecho Denis desde entonces es hacerle caso a su antagonista. Le recomendó que hiciese la mejor temporada posible para poder fichar por un buen equipo, y el de Salceda firma un curso para enmarcar. Hasta la fecha, ha tenido minutos en los 36 partidos de liga (acumula 14 jornadas con cuatro amarillas) y ha sido pieza básica en casi todos ellos. El faro de las mejores tardes y un batallador incansable en los peores días. El de Salceda se irá dentro de una semana después de exhibir su mejor versión, demostrando implicación y, al mismo tiempo, personalidad.

Todas las miradas apuntarán a un jugador que incluso podría variar su posición para hacerle un último favor a su equipo del alma, pero Denis no será el único que abandonará el césped de Balaídos cuando comience a anochecer para no volver a pisarlo nunca más con la casaca del Celta. La cesión de Matías Dituro tiene fecha de caducidad y su futuro parece lejos de Vigo, igual que el de Thiago Galhardo, otro pedido de Coudet con billete de retorno a su Internacional de Porto Alegre de origen. Solari tiene un año más de contrato, pero su irrelevante protagonismo invita a pensar en un adiós anticipado.

El último partido en casa también coge con las maletas hechas a Nolito y Murillo, pero el primero por lesión y el segundo por sanción, tendrán que despedirse vestidos de calle. El gaditano pone fin a su segundo ciclo como celeste y el cafetero a tres cesiones, a cada cual más menguante hasta la extinción.

La lista del último baile puede tener algún invitado más en nómina, porque el Celta necesita ventas para cuadrar sus cuentas, pero esa ecuación no se resolverá hasta el final de liga. Seguro que alguno vivirá esta tarde su último día sin saberlo. Cosas del fútbol y de la vida.