Sergey, el ruso que empieza de cero en Vigo guiado por su pasión celtista

M. V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

CEDIDA

Este aficionado del Celta, natural de Ekaterimburgo, perdió a su mujer, su trabajo y se vio afectado por la guerra, contra la que se manifestó; ahora quiere quedarse definitivamente en Galicia

13 may 2022 . Actualizado a las 13:37 h.

Sergey Klepalov sonríe en Vigo. Seguramente es una sonrisa distinta a la que lucía en visitas anteriores, años atrás, y a veces se intercala con alguna lágrima cuando habla de sus vivencias personales de los últimos tiempos. El aficionado al Celta, natural de Ekaterimburgo y cuya historia dio a conocer La Voz en el 2014, perdió a su mujer hace casi dos años, lo perdió casi todo para tratar de costear el tratamiento de la enfermedad que ella padecía y, a día de hoy, además, arrastra una lesión por la carga policial en una manifestación contra la guerra. Quiere empezar de cero en Vigo, a donde llegó la semana pasada.

Miembro de la peña Centolos Celestes, el reencuentro con los integrantes de la misma es una de las mejores medicinas para él, que pudo disfrutar del triunfo frente al Alavés en Balaídos y evadirse de todos los golpes que le ha dado la vida en los últimos tiempos. El cariño es recíproco y desde la peña han querido hoy hacer público el calvario de Sergey, así como su deseo de construir una nueva vida en la ciudad. Se enamoró del Celta a raíz de la llegada al club de su gran ídolo, Alexander Mostovoi, pero aquella pasión no solo ha sobrevivido, sino que ha ido a más con el paso del tiempo. Klepalov lamenta que en su país ya no le queda casi nada y le ilusiona escribir un futuro en su otra casa.

Desde Centolos hablan de «unha historia de celtismo puro, sen cortar, do de verdade»· Pero advierten dados los últimos acontecimientos en la vida de Sergey: «E que tamén fan chorar». Porque, recuerdan, viene de vivir momentos muy duros. «A pandemia golpeu forte en Rusia e no seu sector laboral; manifestouse contra a guerra, o cal derivou en varios días na cadea e ósos rotos pola represión». Las consecuencias aún están presentes en su cuerpo. «Todo iso hai que sumalo a unha situación persoal difícil trala morte de Yulia, a súa compañeira de vida».

Recuerdan que él es feliz en Vigo, en el mar, en Balaídos. «Porque ás veces o corazón dunha persoa non está no lugar onde nace, está onde é feliz. E el é feliz en Vigo, no mar, en Balaídos». Este primer viaje de dos semanas no ha sido fácil con las limitaciones que tienen actualmente los rusos en Europa. Ha tenido que valerse de ayudas de amigos para todas las gestiones tanto de este viaje como del alojamiento en la ciudad. Y la fecha de esta escapada no fue casual: sabía que podría ver dos partidos en Balaídos -el del Alavés y el de este domingo -finalmente- frente al Elche. «Foi incrible ver a súa cara ao chegar a Vigo. Felicidade pura. E entrar en Balaídos?? Unha marabilla. Por iso el quere fuxir de Rusia e vir para Vigo».

El propio Sergey expresa la felicidad que le están suponiendo estos días. Relata que recibe muchísimo cariño, incluso de gente a la que no pone nombre, que no conoce personalmente, pero que sí sabe de su existencia por la trascendencia que ha ido adquiriendo su historia con el paso de los años. Centolos Celestes tiene mucha culpa de eso. Son su otra familia y llevan mucho tiempo demostrándoselo. Desde antes de que la vida le diera un golpe tras otro.

Ahora regresará a Rusia para terminar las últimas gestiones que tiene pendientes allí. La idea es que el próximo viaje sea «sin billete de vuelta», como él mismo confiesa con una sonrisa de esperanza. Comenta que necesita «mejorar el idioma» -aunque lo comprende y se expresa sin dificultad alguna- y anhela un trabajo y un domicilio para poder fijar aquí su residencia. «Ninguén o tivo tan claro nunca. Dende sempre», indican desde Centolos. Él añade que Yulia, su mujer, también soñaba con vivir juntos en Vigo y ahora él va a poner todo de su parte para hacerlo realidad, aunque tenga que ser sin ella al lado.

Ideas para el centenario

Sergey tiene también en mente el centenario del Celta. Su intención es proponer algunas ideas al club con la esperanza de que se puedan llevar a cabo. Para ello ya ha hablado con Alexander Mostovoi, su gran ídolo, con el que mantiene un contacto estrecho desde hace años y que ya le ha confirmado que estaría dispuesto a regresar a Vigo muchos años después para participar de una fecha tan señalada en la historia de un club cuya camiseta vistió durante ocho temporadas.