Con la salvación certificada, el Celta visita al Barça con la intención de dar la sorpresa para mejorar su clasificación y aumentar la cuenta goleadora de Aspas
10 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Barcelona y Celta llegan con los deberes hechos a la cita de la antepenúltima jornada de liga. Los azulgranas ya tienen garantizada su presencia en la próxima Champions y los vigueses, la permanencia matemática para un undécimo año consecutivo en la élite. Ahora quedan objetivos menores: para los culés, asegurar la segunda plaza que conduce a la Supercopa que organiza Piqué y para los celestes, escalar un poco más en la clasificación (podrían ser novenos) de cara a sacar un mayor rédito económico del reparto televisivo, una circunstancia que va íntimamente ligada a que Aspas siga engordando sus cifras goleadoras para coronarse como el máximo artillero español por cuarta vez. De paso, alimentar la tradición de descontarle puntos al Barcelona que mantienen los vigueses desde su vuelta a Primera.
Al margen del nivel del rival, el principal problema para el Celta es la falta de efectivos para poder dar algún descanso. Con cuatro bajas confirmadas (Hugo Mallo, Nolito y Carlos Domínguez, por lesión, y Santi Mina porque está apartado tras su condena), todo invita a pensar que Coudet apostará por el mismo once que salió de inicio ante el Alavés, con Thiago Galhardo (que ya jugó la ida) como acompañante de Iago Aspas y con Denis Suárez gobernando el juego celeste desde su posición en el pasillo central, aunque en la última contienda a domicilio, el de Salceda fue el sacrificado en detrimento de Renato Tapia. El peruano había sido titular en la primera vuelta, pero fue Beltrán el que cambió el partido. El entrenador puntualizó ayer que, pese a tener el objetivo de la permanencia cumplido, mantendrá su doctrina de poner a los mejores sin detenerse en las rotaciones con jugadores que han tenido poco protagonismo hasta la fecha.
El Barça de esta noche en poco se parecerá al que empató en Vigo en un partido que comenzó convertido en un funeral (0-3) y acabó en fiesta (3-3). La mayor similitud es que estaba Ansu Fati, que se resintió en Balaídos, y esta noche volverá a estar disponible, aunque a priori Xavi Hernández le tiene asignado un sitio en el banquillo para entrar con el partido avanzado. Por el contrario, el Celta tendrá que lidiar con Aubameyang, Ferrán Torres y Dani Alves, que no estaban en el equipo en el mes de noviembre. La principal baja de los catalanes será el sancionado Sergio Busquets, pero su sitio será cubierto por el talentoso Frankie de Jong. Será la sala de máquinas uno de los puntos calientes del partido, porque los dos equipos viven de la posesión y el control del balón para luego proyectar sus ataques. La recuperación tras pérdida también es un denominador común de ambos.
No obstante, el Celta lleva asumido que tendrá momentos en los que toque sufrir y en la resistencia pueden residir gran parte de las opciones de sorpresa ante un Barça que tiene deudas pendientes como local.