La petición anunciada este miércoles por la acusación particular, para que Mina ingrese ya en prisión, es muy posible que no sea aceptada. Son muy pocos los asuntos en los que se acepta esta demanda si solo consta una sentencia en primera instancia contra el condenado. Además, Mina no tiene otros antecedentes, y no existe, aparentemente, riesgo de reincidencia. Por lo que los trámites judiciales se prolongarán al menos otro año y medio. La gran pregunta, ahora, pasa por saber si el Celta mantendrá apartado de la actividad deportiva de la primera plantilla a uno de sus delanteros titulares hasta que se conozca el fallo firme.
Última opción
Santi Mina, de ser condenado en firme, tendría un último flotador al que agarrarse para no dormir en un celda convencional. Se trata de una instrucción creada en el 2020 por el Instituciones Penitenciarias que permite, a los condenados a menos de cinco años, ingresar directamente en un Centro de Inserción Social (CIS), antesalas de la libertad definitiva para los presos que proceden de penitenciarias convencionales. Instituciones Penitenciarias valora, para otorgar esta posibilidad, estos criterios: el año en que se cometió el delito penado, si se presenta voluntariamente para su cumplimiento, si ha abonado la responsabilidad civil impuesta, que la pena sea inferior a cinco años, la actividad laboral y proyecto vital del condenado en el momento de cumplir el fallo o si tiene una red de apoyo familiar.