Okay, sin cláusula del miedo, visitante por partida doble

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

LUCA PIERGIOVANNI

En la ida jugó en Getafe como céltico y mañana puede hacerlo en Balaídos como azulón

19 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Okay Yokuslu jugó diez minutos en el partido de la primera vuelta en Getafe defendiendo la camiseta del Celta y mañana podría hacerlo en Vigo vistiendo de azulón la no existir cláusula del miedo en el contrato de cesión. Sin embargo, la vida continúa siendo igual de difícil al sur de Madrid para el otomano como lo era antes en Galicia, porque desde enero el centrocampista solo ha disputado cinco partidos con Quique Sánchez Flores. De celestes, había tenido participación en ocho contiendas.

Hacía mucho tiempo que Okay quería abandonar el Celta. De hecho, cuando se fue a la Premier cedido al West Bromwich Albion incluso escribió una carta de despedida. El semestre en Inglaterra fue lo mejor que le pasó al turco en los últimos tres años, pero finalmente tuvo que regresar a Vigo con la única idea de salir en la cabeza. Lo hizo al cierre de mercado de enero rumbo al Getafe, del que pasará a ser propiedad el próximo 30 de junio a cambio de 3 millones de euros si los azulones mantienen la categoría. También, según desveló su representante al diario As, si juega la mitad de los partidos, algo que de entrada no parece nada fácil.

Porque Okay ni mucho menos está siendo un revulsivo para uno de los equipos que más se reforzó en el mercado invernal. Como getafense acumula 183 minutos repartidos en cinco partidos, dos de ellos como titular, ante Cádiz y Mallorca. Frente a los bermellones, su técnico lo colocó de central pero el turco no tuvo su día, aunque finalmente sacaron el partido adelante por la mínima. Desde entonces, solo tuvo tres minutos ante el Madrid con el partido decidido y el sábado no jugó ante el Villarreal. En Balaídos, parece remoto del todo que pueda salir de inicio. Hasta la fecha Sánchez Flores lo ha utilizado tanto de mediocentro, su posición más habitual, como de central.

Vida dura lejos de Vigo

Porque la vida lejos del Celta tampoco está siendo la esperada para un jugador que destacó en su primera temporada en el conjunto vigués, que pagó en su día 7,5 millones por hacerse por sus servicios. Superado el estreno, fue menguando hasta tener colgado el cartel de transferible, pero sin concretarse nunca su salida.

Ahora, el Celta considera que le ha buscado acomodo y a diferencia de otros casos, no le incluyó cláusula del miedo, lo que invita a pensar que al menos estará en el banquillo y que podría reencontrarse con el césped de Balaídos. El suyo puede ser un caso curioso, porque en el mismo enfrentamiento ejercería siempre de visitante. De tener minutos será la primera vez que se mida, además, a su exequipo.