Vida dura lejos de Vigo
Porque la vida lejos del Celta tampoco está siendo la esperada para un jugador que destacó en su primera temporada en el conjunto vigués, que pagó en su día 7,5 millones por hacerse por sus servicios. Superado el estreno, fue menguando hasta tener colgado el cartel de transferible, pero sin concretarse nunca su salida.
Ahora, el Celta considera que le ha buscado acomodo y a diferencia de otros casos, no le incluyó cláusula del miedo, lo que invita a pensar que al menos estará en el banquillo y que podría reencontrarse con el césped de Balaídos. El suyo puede ser un caso curioso, porque en el mismo enfrentamiento ejercería siempre de visitante. De tener minutos será la primera vez que se mida, además, a su exequipo.