El regreso de Mina, marcado por una total normalidad

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El delantero tuvo minutos en la derrota frente al Real Madrid ante un público que evitó cualquier juicio paralelo hacia el céltico

03 abr 2022 . Actualizado a las 01:55 h.

Santi Mina fue protagonista de la actualidad del Celta toda la semana por la celebración del juicio contra él por presunta agresión sexual. E, inevitablemente, después de que Eduardo Coudet tomara la decisión de convocarle pese a no haber podido entrenar en toda la semana, muchas miradas estaban puestas en el delantero vigués. Sin embargo, la normalidad fue prácticamente absoluta en torno a él en Balaídos.

Había dicho el Chacho en la previa, preguntado por la posibilidad de que el canterano tuviera que vivir un juicio paralelo después de que el caso —unos hechos denunciados en el 2017— hubiera hecho correr ríos de tinta estos días, que sería «ridículo» que eso pasase. Y, efectivamente, no se dio en ningún momento. Nadie que no supiera del tema hubiera podido percibir en Balaídos que no había sido una semana más para el futbolista.

Santi Mina, que partía como suplente, saltó al césped media hora antes de la hora de inicio del choque junto al resto de convocados que no formaban parte del once. En ese momento, no hubo ningún tipo de reacción especial por parte de los aficionados que se encontraban en Balaídos, en un momento en el que seguían entrando. Mina se ejercitó con sus compañeros y fue objeto seguramente de más miradas que el resto, pero nada más.

Ya con más aficionados ocupando sus butacas, otro momento clave parecía ser cuando se recordaran las alineaciones y los banquillos de los dos equipos. En el instante en que llegó el turno del 22, su imagen salió en videomarcadores y el speaker dijo su nombre, tampoco hubo ninguna respuesta atípica más allá de los aplausos para todos y quizás algún tímido silbido que en absoluto llamó la atención y que, de darse, fue de forma completamente aislada.

La cosa pudo haber quedado ahí, pero iba a haber una oportunidad más de medir cómo respira la afición del Celta respecto al caso Mina. Porque si Coudet ya sorprendió convocándole, pronto dejó claras sus intenciones de darle minutos al ser el primero en ponerse a calentar junto con Franco Cervi. Todo, con el guion de un partido sin los antecedentes que para Mina tenía este.

Cuando el Chacho decidió darle entrada a los 72 minutos, hubo aplausos, cierto que tímidos, para él y ninguna otra reacción adicional. Durante los minutos que estuvo en el campo, nada diferente tampoco. De esta manera, el celtismo dejó claro que no va a dictar sentencia con el jugador antes de que lo haga la jueza. Y Coudet ya dijo que hasta que eso ocurra, es uno más del equipo como hasta ahora. Lo demostró con sus actos en las últimas horas.