Por su parte, los médicos forenses han explicado que la mujer presentaba cuatro lesiones genitales, equimosis que podrían ser compatibles con el momento en el que se produjo la presunta agresión sexual, y que la mujer se mostró «nerviosa, ansiosa» y con «rechazo a la exploración» ginecológica que se le practicó.
Las psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Almería han señalado que la denunciante presentaba en el momento de realizar las pruebas, en agosto de 2019, sintomatología ansiosa grave, depresión, afección de la autoestima y estrés postraumático. «Era una depresión grave, no un simple estado de tristeza pasajero, era un estado de tristeza que casi se ha cronificado», han incidido. Al intentar confrontar las defensas lo expuesto en el informe presentado al juzgado con el trabajo del detective privado y otros hitos de su vida personal, una de ellas ha subrayado que la denunciante presenta trastorno de estrés postraumático.