El Celta, a diferencia del rival, no aprovechó ninguna de sus ocasiones y lo pagó
13 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta no pudo seguir su racha en el campo del Villarreal, del que ayer se volvió de vacío. No fue un mal partido de los vigueses, que tuvieron las ocasiones más claras del encuentro sin ser capaces de convertir ninguna de ellas. Ahí estuvo la diferencia, porque el equipo de Unai Emery sí logró batir a Matías Dituro y el gol de Dani Parejo resultó decisivo. Los vigueses se descuelgan aún más de la pelea por Europa y retrasan un poco la permanencia matemática.
Once
Nolito y Kevin, las novedades
Eduardo Coudet introdujo dos novedades frente al Villarreal de las cuales una ya la había confirmado él mismo en la previa, pero la otra fue completamente inesperada. Porque tras muchas jornadas consolidado en el once, el Chacho decidió prescindir de Franco Cervi —con molestias— y alinear a Nolito por primera vez desde finales de noviembre. El cambio ya anunciado era obligado por la sanción de Hugo Mallo: entró Kevin Vázquez en su lugar. La otra duda estaba en ataque y optó por sentar por segunda jornada consecutiva a Santi Mina y dar una nueva oportunidad como titular a Thiago Galhardo.
Igualdad inicial
Un primer tiempo disputado pero sin tiros a puerta
El Celta comenzó dominando el duelo en los primeros compases, pero después las fuerzas se igualaron y, por momentos, el Villarreal llevó la iniciativa, aunque la posesión fue muy igualada (51,8 % para los locales en el primer tiempo). Los dos equipos llegaban con cierta facilidad, pero faltaba la finalización en la que tanto hincapié había hecho Coudet la semana anterior. Ni un solo tiro a puerta en los primeros 45 minutos, en los que sí hubo un gol anulado al conjunto local.
Sufrimiento defensivo
Solidez defensiva, pero problemas por banda derecha
Pese a la difícil prueba que era enfrentarse al Villarreal, el Celta se mostró sólido en defensa en la primera parte, con Aidoo y Galán con la seguridad de la que vienen haciendo gala y Kevin cumpliendo como siempre. Eso no significa que no sufrieran los vigueses, especialmente por banda derecha con las acometidas de Danjuma y Pedraza.
Los célticos tuvieron varias llegadas a la contra, pero a veces por precipitación y otras por imprecisiones, no llegaron a poner a prueba a Rulli antes del descanso. Dispusieron de tres saques de esquina a los que tampoco pudieron sacar partido.
Renudación
Un duelo mucho más abierto
Tras el descanso, la dinámica cambió notablemente. El partido estuvo mucho más abierto, con más ritmo y con mucha más presencia en ataque de ambos equipos. Pero fue en ese tramo de duelo cuando el Villarreal marcó la diferencia con el gol de Parejo. El equipo vigués dispuso de varias oportunidades claras, pero fue incapaz de ver portería, mientras que el Villarreal sí pudo decantar la balanza con un gol que iba a resultar definitivo.
Momento crítico
Dificultades tras encajar el gol de Parejo
El Celta no reaccionó bien al tanto local, que subía al marcador a los 64 minutos de juego. Tras verse por detrás en el luminoso, vivió sus momentos más complicados de un partido en el que ya antes había podido ponerse por delante con una ocasión de Aspas que sacó la defensa y que era la más clara hasta ese momento. Pese a esos minutos de dudas y en los que el equipo daba también signos de agotamiento, el entrenador céltico esperó para agitar el árbol de los cambios cuando el equipo daba ya muestras de necesitarlos.
Sustituciones
Dos relevos en el 87
Las dos primeras sustituciones las realizó Eduardo Coudet justo antes de que el Villarreal se pusiera por delante en el marcador. Dio entrada a Augusto Solari y a Mina por Santi Nolito y Galhardo, que vieron cómo el equipo encajaba nada más entrar. Fue a partir de ahí cuando el técnico se demoró para introducir nuevas modificaciones. Lo hizo ya en 87, decantándose por dar entrada a Renato Tapia y Orbelín Pineda —en su segundo partido como jugador del Celta— por Denis Suárez y Kevin Vázquez.
