El Celta B no conoce sus límites: 3-1

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

Óscar Vázquez

Gabri Veiga, con dos goles, uno fantástico, lidera en el primer tiempo a un efectivo filial, que en el segundo acto supo contener a Unionistas

26 feb 2022 . Actualizado a las 18:45 h.

El Celta B no para y superó a otro directo rival como el Unionistas en un partido con dos caras en donde el filial demostró su carácter camaleónico. Porque los de Onésimo Sánchez fueron un equipo demoledor en el primer tiempo, en el que marcaron sus tres goles, y capaces de capear el temporal en el segundo cuando el conjunto charro, sin nada que defender, se fue al ataque con todo, acortó distancias y tuvo sus momentos. No obstante, tras un par de sustos, el Celta B volvió a crecer con los cambios y acabó firmando un triunfo solvente y convincente: 3-1. El décimo tercero de la temporada.

La contienda de Barreiro dejó claro que el Celta B tiene un ataque letal y unos peloteros de tronío. En el primer tiempo, cada llegada fue un problema para Unionistas y tres de ellas acabaron en gol. El segundo tanto, del partido y de Gabri Veiga, es una auténtica obra de arte. Con la zurda, desde más allá del pico del área y provocando con su golpeo que el balón dibujase una diagonal para colocarse por toda la escuadra del palo largo de Salva de la Cruz.

Una maravilla que dejó a Unionista en la lona. Porque los salmantinos, herederos del fútbol popular, salieron intensos ante un Celta B con ajustes de hombres y tácticos (Iker Losada fue el lateral derecho), pero mientras ellos erraron sus ocasiones —cabezazo al palo incluido—, el filial tuvo una precisión de cirujano. Porque a los 2 minutos Gabri Veiga aprovechó el rechace de un lance de estrategia para inaugurar el marcador y el porriñés repitió 16 minutos después cuando el rival tenía el balón, achuchaba el área de Gaizka Campos y provocaba el juego en largo de los de Onésimo. La historia se repitió en el tercer gol, con una jugada combinativa para que Alfon recibiese y maniobrase dentro del área rival y marcase con caño incluido a un defensa rival.

Dani Mori, el entrenador del Unionistas, hizo cuatro cambios en el descanso, cambió el dibujo y mandó a los suyos a quemar todas sus naves. Durante 20 minutos encerraron al Celta B, le cortaron la salida de balón con presión y después de un paradón de Gaizka con los pies, Nespral acortó distancias al culminar una buena jugada combinativa. Con el 3-1, los charros tuvieron el segundo en la mano con un cabezazo de De la Nava y un tiro cruzado.

Todo cambió con los movimientos de Onésimo, que refrescó el equipo en dos tandas y el Celta B no solo dejó de sufrir el asedio, sino que encontró espacios y a la contra pudo matar el partido. Miguel Rodríguez no pudo con Salva en el mano a mano, Fabricio erró un par de oportunidades (una muy clara en la que regaló el balón al portero) y Gabri Veiga estuvo a un palmo del hat trick con una volea desde la frontal. Hasta Iker Losada, que en el segundo acto avanzó su posición, pudo marcar de falta directa, pero su lanzamiento fue tan colocado como falto de fuerza. No hicieron falta.