Coudet: «Con trabajo y constancia, seguramente nos tocará volver a Europa»

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El entrenador del Celta llama a no olvidar de dónde vienen y sueña con un «Balaídos celeste lleno» que les dé un plus

23 feb 2022 . Actualizado a las 14:57 h.

El entrenador del Celta, Eduardo Coudet, mantuvo esta mañana un encuentro informal en el Círculo de Empresarios de Galicia en Vigo en el que respondió a las inquietudes de los empresarios participantes respecto a su labor en el club vigués y a diferentes cuestiones futbolísticas. El argentino expresó cuál es su gran aspiración en este momento: «Mi sueño es volver a ver Balaídos lleno, de celeste. Seguramente eso nos va a ayudar», comentó.

El Chacho recordó que en su época de jugador, el estadio vigués era «un fortín» y que aunque este curso merecieron ganar algunos de los partidos en casa en que no lo consiguieron, les faltaba «ese plus». «Jugamos ante 6.000 u 8.000 personas, cuando antes reventaba. Necesitamos de nuestro público, que se contagien. Me llena que canten ‘fútbol de salón'», comentó valorando que ahora las entradas son más baratas y que están en el buen camino, tratando también con su fútbol de resultar más atractivos para el espectador.

Insiste el Chacho en que siempre quiere jugar de la misma manera y que «la gente reconoce ese sacrificio y esa voluntad». Con él, quien no corre, no juega y «no es amenazar, es generar una idea de grupo, de que es la forma y la manera», insistió. «La idea es más fuerte que yo», pronunció respecto a un planteamiento futbolístico que, dijo, no varió a su llegada a Vigo a pesar del mal momento del equipo y de que el objetivo era la salvación. «En diez días de entrenamiento, dije: ‘Este juega bien, este también, el otro igual...'».

Coudet repite una misma idea para hablar de la formación de los jugadores y de la consecución de ciertos objetivos: «Siempre recalco el tiempo del proceso. Hay juveniles que seguramente van a llegar a Primera, pero hay que darles tiempo. No hay ninguna polémica». Respecto a las metas del club, comenta que todos saben lo que quieren: «Hablamos de Europa y con el tiempo y la constancia seguramente nos va a volver a tocar, pero no olvidemos de dónde venimos», pidió.

Reveló, asimismo, que en el momento de firmar un contrato largo con el Celta se le advirtió de las dificultades en el plano económico para este primer año. «Sabíamos que este sería un año austero. El objetivo era salvarse sin sufrir y que el año que viene vamos a tener la posibilidad de ir a por más. Yo acepté», señaló. Recordó que, por ese motivo, en ningún momento ha estado «enojado» a diferencia con lo que se ha creído en ocasiones y mencionó que el año próximo cuentan con tener más presupuesto. También aprecia que uno de los desafíos que tienen es «dar un salto en el lado mental, querer ir a por más».

El Chacho recordó que Pablo Coira era el único canterano en sus tiempos de jugador del Celta e incidió en la idea de que el filial no es un equipo formador, sin que haya nada de malo en esa realidad. «Hay un modelo de filial para que sea fuerte en la categoría, apunta seguramente a ascender», ahondó. Por eso entiende que Onésimo Sánchez quiere responder a la exigencia que tiene disponiendo de los mejores futbolistas a su alcance.

Reivindica el Chacho que en sus equipos siempre han jugado juveniles, pero cuando estaban preparados para hacerlo. Recordó, en ese sentido, que cuando llegó la temporada pasada, había varios canteranos que estaban participando, pero iban últimos. Puso el ejemplo de Lo Celso, que tuvo que ganar cinco kilos de masa muscular antes de dar el salto a la élite. «Hay que esperar los momentos. El mejor de la historia empezó (en Primera) a los 24 o 25 años -en referencia a Iago Aspas-. No es que cuando un joven hace un gol ya está. Hay una preparación, se necesita un trabajo. Es fútbol de élite». Y mientras, le parece correcto sumar minutos en equipos por debajo.

El preparador céltico volvió a repetir que está muy orgulloso del esfuerzo de sus jugadores y del cambio «abismal» que ha dado el equipo desde su llegada. «Hay que agradecérselo a ellos. Hoy, el Celta es un equipo físico por más que no tenga jugadores tan físicos. Para mí es un placer ver cómo reaccionan a cada pérdida. Pero si un día no haces 700 toques o no pateas diez veces, no es que no jugamos bien», valoró. Convencido de que no existe la justicia en el fútbol, recordó que tras la derrota ante la Real Sociedad en un «partidazo», les dijo a sus jugadores: «En cualquier momento me dan una patada en el culo, pero si es así, encantado».