El Celta creció con el marcador tras un dubitativo inicio ante Osasuna
20 ene 2022 . Actualizado a las 20:54 h.El Celta logró ante Osasuna su tercera victoria de la temporada en Balaídos y segunda consecutiva tras vencer al Espanyol. Los resultados como local estaban siendo una importante asignatura pendiente para los vigueses, que ayer la aprobaron a base de efectividad (tres tiros a puerta y dos goles) en la primera parte y de un destacado ejercicio defensivo en la segunda.
Once
El mismo equipo titular que en Anoeta
Las novedades ayer en Balaídos estuvieron en el banquillo, pero no en el once inicial del Chacho, que fue el mismo de la derrota frente a al Real Sociedad sin excepción. Los recuperados de sus lesiones Augusto Solari y Renato Tapia partieron como suplentes -ambos reaparecieron en la segunda mitad-, al igual que el recién llegado Orbelín Pineda, que fue al banquillo tras completarse su inscripción en la mañana del partido, pero no debutó.
Inicio
Arranque desastroso
El comienzo del Celta fue un desastre. Osasuna planteó el tipo de partido que más les cuesta a los vigueses, que sucumbieron a la presión de los de Jagoba Arrasate, mostrándose incapaces de superarla. El control y las ocasiones, incluyendo un disparo a la cruceta de Budimir, fueron visitantes y el panorama no parecía nada alentador. Las pérdidas célticas eran una constante y las jugadas de ataque, inexistentes más allá de un balón que estuvo a punto de rematar Iago Aspas, evitando la anticipación de Herrera que pudiera hacerlo.
Ventaja
Efectividad total y despertar celeste con los goles
El Celta terminó la primera parte con dos tiros a puerta y dos goles. Pese a haber sido Osasuna mejor hasta ese momento, al filo de la media hora, Hugo Mallo, que había protagonizado un disparo fuera poco antes, se resarcía anotando el primero del partido y de la temporada para él. A partir del primer tanto, todo cambió por completo. El Celta empezó a tocar, a mover bien el balón y controlar el centro del campo. En menos de diez minutos, llegaba un segundo gol, de Santi Mina asistido por Iago Aspas y tras un taconazo de Denis Suárez. Los de Eduardo Coudet parecían decantar el partido, pero con toda la segunda mitad por delante.
Resistencia
Un ejercicio defensivo prácticamente perfecto
Tras el paso por vestuarios, y con la ventaja de dos goles para los célticos, el Osasuna controló totalmente el partido. La premisa del Celta era mantener las líneas juntas y evitar problemas en los centros laterales, objetivo que consiguió sin mayores sobresaltos. Los célticos, retrasados, firmaron un ejercicio defensivo casi perfecto, con un buen papel de los centrales y de manera especial, de un Joseph Aidoo que rubricó una gran actuación. Una dejada de Kike nada más empezar fue prácticamente todo el bagaje ofensivo de un Osasuna que se quedó sin tirar a puerta.
Cambios
La importancia de Tapia
A falta de media hora, Coudet efectuó la primera sustitución, dando entrada a Denis Suárez en el lugar de Renato Tapia. El papel del peruano fue clave para equilibrar al equipo, que jugó toda la segunda parte con un 4-4-2, manteniéndose intenso y concentrado. También regresó tras lesión Solari, mientras que desde el banquillo salieron, asimismo, Nolito y un Thiago Galhardo que tuvo la única opción celeste en la segunda parte.