Balaídos como punto de partida

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RC CELTA

El Celta afronta el primer partido del año en casa, con el plantel al completo y la necesidad de tomar impulso en la tabla a costa de un Osasuna sin centrales

19 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta afronta su primer partido del año en Balaídos. Casi un mes después de despedirse con un convincente triunfo ante el Espanyol. Pero desde entonces, han pasado muchas cosas: victoria con partidazo en el Villamarín, sonrojante eliminación copera ante un Primera RFEF e incomparecencia en Anoeta.

Por eso, el partido de esta noche ante Osasuna se presenta como una reválida y el pistoletazo de salida para una especie de Torneo Clausura: 18 jornadas para certificar la permanencia y, de paso, intentar firmar el ejercicio más decoroso posible.

Para conseguirlo, la primera premisa es hacerse fuertes en Balaídos. En la primera vuelta, los vigueses sumaron 8 de los 30 puntos como locales, una ruina estadística que necesitan subsanar en la segunda vuelta desde el primer envite y pese a que Osasuna fue un equipo temible a domicilio en el arranque de liga. Los navarros, igual que los vigueses, han funcionado mejor a domicilio que en El Sadar, en donde en la primera vuelta le dieron un soberano repaso a los vigueses, indultados por un día excelso de Matías Dituro.

Los celestes contarán con la práctica totalidad de sus futbolistas para medirse al cuadro navarro. Renato Tapia recibió ayer el alta médica, que unida a la de Augusto Solari, deja sin inquilinos el parte médico. Incluso Thiago Galhardo ya cuenta con el pasaporte italiano y Orbelín Pineda entró en la convocatoria de 24 jugadores pendiente de ser inscrito en la LFP antes del partido.

No obstante, contar con todos no significará grandes movimientos en el once inicial del Chacho. Todo apunta a que será el más clásico, idéntico al que saltó al campo de Anoeta en el último partido antes del receso. A día de hoy, el equipo tipo de Eduardo Coudet.

En el Osasuna sucede todo lo contrario. Los dos centrales titulares dieron positivo en covid-19, lo que unido a la lesión del intocable Aridane, obligan a Jagoba Arrasate a pensar en Juan Cruz, un lateral zurdo clásico, como central de emergencia en la zaga navarra, un aspecto que en la práctica no significa ventaja para el Celta, que con un zurcido en la zaga ante el Betis, hizo el mejor partido defensivo de toda la temporada.

Los peligros del rival

Además, aunque el equipo rojillo no tenga una buena estadística en Balaídos, su apuesta de juego es de las que hacen daño a los vigueses: centros laterales, buen balón parado y contragolpe con la amenaza del Chimy Ávila en el campo. La trilogía del peligro para los vigueses.

Del desenlace del partido dependerá el futuro inmediato de los dos contendientes. Un triunfo vigués le alejaría de la zona roja y le devolvería a la senda de la recuperación que había evidenciado antes de la debacle copera, pero cualquier otro resultado devolvería de lleno al equipo a la lucha por la salvación y restituiría los fantasmas de Balaídos. Mucho en juego.